Patrimonio sacro: Semana Santa

Calles, plazas, incluso callejuelas en las que los pasos sienten su más fervorosa emoción, están listas para abrir paso a la Pasión de Cristo. Cualquier punto geográfico nacional alberga un patrimonio sacro artístico muy importante, en el que imponentes muros de piedra y ladrillo de era han sido y son, a lo largo del tiempo, custodios vitalicios de imágenes que representan la vida y pasión de Jesucristo.

Diferentes nombres dependiendo del lugar, pero todos ellos giran entorno a dos personalidades divinas: Virgen María y Jesucristo. Muchas bajo palio, otras al descubierto, los pasos procesionales de la Semana Santa configuran el lienzo geográfico junto a penitentes y devotos, cirios y música sacra que con respeto, admiración y devoción, redimimos y rendimos homenaje al creador de la humanidad.

Allá por el año 325, en el Concilio de Nicea se establece la celebración de la Pascua de Resurrección. Ya en el 525, Dionisio el Exiguo convence desde Roma las bondades del cálculo alejandrino, unificándose así el cálculo de la pascua cristiana.

El triduo pascual conmemora los días de la muerte del Señor: Jueves Santo, Viernes Santo; Sábado Santo. En la madrugada del sábado al domingo es la celebración de la Resurrección.




Representación de la Pasión del Señor

las Cofradías ya están preparadas y ansían sus pasos a ritmo de marchas y saetas; María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, Virgen de la Esperanza de Triana, Santísimo Cristo del Gran Poder, Nuestro Padre Jesús de Medinaceli... muchas son las imágenes que durante la Semana Santa serán veneradas solemnemente por todos los asistentes en las celebraciones religiosas en las que el patrimonio artístico y sacro es el protagonista. 

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