Claude Monet (1840 - 1926) y su maestro Eugène Boudin (1824 - 1898) fueron dos de los paisajistas franceses más destacados de la segunda mitad del siglo XIX. Ambos dejaron atrás las exaltadas composiciones románticas y evolucionaron hacia un naturalismo preocupado por la plasmación de los efectos atmosféricos.
Enmarcado en el Palacio de Villahermosa de la capital madrileña, sede del Museo Nacional Thyssen - Bornemisza, da a luz un concepto único que fusiona la pintura del maestro y alumno del óleo francés a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Una exposición conjunta de la obra de ambos pintores que reflejan los auténticos trazos de los orígenes del impresionismo.
Un viaje que invita a descubrir del paisaje pintoresco hacia el sur, pasando por marinas y escenas de playas, pasteles, variaciones, litoral agreste... sin dejar pasar por alto luces reflejos y efectos atmosféricos de ambos artistas, los cuales incitan a no obviar sus diferencias; mientras que Boudin continuó las enseñanzas de los paisajistas de la generación de 1830 y las llevó hacia una cota más alta de naturalismo, Monet lideró la nueva generación impresionista, abriendo paso a una concepción moderna del paisaje en la que la impresión retiniana se anteponía a la experiencia conocida del mundo.
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