Una cueva de ritos ceremoniales, un aroma, un sabor... Albariño en estado puro; Intensidad que se acentúa. Se intuyen frondosos Carballos, Buxales, Sobreiras. Fresco, elegante, aroma intenso de cítricos y flores blancas; melocotón, albaricoque, frutos carnosos que te hacen viajar y descubrir el alma de Rías Baixas. Fondo que se acentúa sutilmente, decorando toques pajizos de cereal... Y ese vino de ceremonia de bruxas culmina en boca; rompedor, brillante color dorado pajizo que denota suavidad sedosa en boca, postgusto largo, envolvente, frescura elegante, una evolución en copa que determina notas de bollería tradicional. El regalo perfecto para armonizar un legado culinario de gran tradición como el pulpo a feira, lamprea incluso repostería tradicional destacando las filloas.
Pazo das Bruxas, un vino blanco gallego que pone nombre propio a la leyenda hecha magia
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