Con la pandemia de la Covid-19, los trabajos de conservación de Notre-Dame se vieron interrumpidos a principios de marzo por motivos de seguridad y salud. De hecho, las condiciones de trabajo no permitían respetar la distancia de seguridad necesaria entre los profesionales que están llevando a cabo la reconstrucción del templo, tras el fatídico incendio que sufrió en el pasado año 2019.
No obstante, los trabajos de restauración y reconstrucción, se han ido reanudando progresivamente a partir del pasado 27 de abril, de acuerdo con las autoridades y las empresas participantes. Dicha reanudación ha sido posible gracias al apoyo de muchos mecenas importantes, como LVMH, que ha suministrado mascarillas y gel hidroalcohólico.
El calendario de las obras abarca actualmente tres fases y el regreso de los profesionales tuvo lugar progresivamente durante el mes de mayo, de la manera siguiente: reanudación del funcionamiento del área de servicios de la obra, teniendo en cuenta las nuevas condiciones sanitarias; reanudación de los trabajos interrumpidos a mediados de marzo, con nuevas instalaciones de descontaminación, y medidas previas a la instalación del andamiaje siniestrado; reanudación de los complejos trabajos de protección: instalación del andamiaje siniestrado, desescombro del trasdós de las bóvedas, como preparación para instalar el gran órgano.
Esta situación conllevará un retraso en la realización de los trabajos de conservación que, en el mejor de los casos, no terminarán antes de fin de año, y también conllevará un sobrecoste importante, cuyo desglose será objeto de un examen minucioso por parte de la Fondation Notre - Dame.
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