La neurociencia ha demostrado en múltiples ocasiones que el uso continuado de las pantallas en los niños ralentiza su aprendizaje, además de provocar otros problemas como pérdida de visión. Los padres de hoy día tienen múltiples tareas en una sociedad con muchísimas prisas. Unas prisas que han demostrado que perjudican a la relación que se tienen con los hijos. Esto se vio muy bien en el confinamiento pasado cuando padres e hijos tuvieron la increíble oportunidad de convivir 24 horas, algo que la mayoría de los niños valoró como algo muy positivo. Con la incertidumbre de un nuevo confinamiento, Jorge Muñoz, CEO de Viva el cole, una web dónde se pueden encontrar múltiples materiales para hacer manualidades en casa, aporta algunos consejos para pasar tiempos con los niños y que éste sea productivo.
Ideas para hacer planes divertidos y, a la vez, educativos
Tener pinturas para usar con las manos (lavables). Esto suele gustarles mucho a los niños ya que trabajan directamente con la textura de misma.
Comprar cartulinas para poder pintar, recortar. Existen blocs de tamaño de DINA-4 muy útiles para experimentar mezclas de colores.
Tener siempre tijeras con punta redondeada para evitar cortes.
Si tienen ropa que ya no la usan para salir a la calle porque está vieja, usar esa. Si no, siempre se pueden comprar babys de escuela infantil para proteger la ropa, preferiblemente plastificados.
Planificar antes de empezar con ellos lo que se va a hacer y buscar un modelo en tutoriales de internet.
Una vez que se empieza, dejar que lo hagan todo ellos, sólo supervisando si es necesario, que sea una actividad de la que después se sientan orgullosos.
Destinar una parte de la pared de su habitación o cuarto de juegos a pegar un corcho dónde puedan colgar sus manualidades y sentirse orgullosos de ello.
Ser flexible. Si no quieren seguir exactamente los pasos de la manualidad y se les ocurre otra cosa diferente, que lo hagan. Al fin y al cabo se trata de fomentar tiempo con ellos y destreza manual así como aprendizaje. Da igual cómo lo hagan, lo importante es que lo hagan.
Planificar el tiempo para evitar tener que interrumpir el proceso porque es hora de la cena o de los baños.
Ser “verde” y utiliza envases que se vayan a tirar para hacer manualidades. Por ejemplo, botes de cristal de legumbres o de salsas. Bricks de cartón que pueden servir para ser forrados y pintados.
Aprovechar que están entretenidos para ponerles música clásica por detrás. Está demostrado que este tipo de melodías calma y genera sentimientos de felicidad. Además, por otra parte, se les familiariza con una cultura que apreciarán y valorarán de mayores.
Si algo sale mal, animarlos y explicarles que es un juego y no una carrera. Y no sólo eso, es un gran aprendizaje para lo que se hace en la vida.
Recordarles al terminar que hay que recogerlo todo para que, la próxima vez que se pongan a trabajar en ello, esté todo en su sitio y ordenado.
Hacer fotos y crear un álbum digital que recuerden cuando crezcan.
Y, sobre todo, tomar las actividades manuales como lo que son, un juego, un momento para estar con ellos y desestresar el día a día. Sin enfados ni exigencias porque no son las tareas del colegio, son momentos de juego que le servirán para estimular más su cerebro.
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