El Gobierno deja al ganadero y a la ganadería extensiva en las fauces del lobo


Alianza Rural considera un ataque frontal al mundo rural y un ataque a la biodiversidad la decisión de incluir al lobo ibérico en el listado de especies protegidas adoptada por la Comisión Estatal para Patrimonio Natural y la Biodiversidad dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico


La situación actual es que el lobo ibérico ya cuenta con esta protección al sur del río Duero, mientras en el norte, la aplicación de una adecuada gestión cinegética ha permitido la recuperación y el aumento de sus poblaciones. Sin embargo, esta decisión pone en peligro la supervivencia de los ganaderos de extensivo del norte y centro de España que tienen que vivir en pueblos con serios problemas de despoblamiento, manteniendo una actividad cada día menos rentable, y con la incertidumbre de si esa noche sufrirán un ataque de una manada de lobos en su ganado y cuántas ovejas o teneros o potros, vacas o yeguas parturientas… morirán en ella.

Por tanto, prohibir la caza del lobo no es defender al lobo, es un ataque frontal al mundo rural y sus habitantes, especialmente a los pocos pastores que ya van quedando en nuestro país. También, un ataque a la biodiversidad, pues muchas de nuestras ganaderías extensivas no se recuperan de los destrozos del lobo en sus ganaderías.

No parece coherente que esta decisión haya sido apoyada desde un órgano dependiente del Ministerio que incluye uno de los ejes más importantes que se tiene marcado en agenda de la Unión Europea, como es el Reto Demográfico. No es posible aplicar políticas de despoblamiento, sin atender las necesidades de quien habita el medio rural, y los habitantes del mismo, son los ganaderos de extensivo que cada día tienen pérdidas a causa del lobo: bajas de animales, estrés a las reproductoras que produce infertilidad, etc…

En la Comisión Estatal para Patrimonio Natural y la Biodiversidad tienen voto todas las Comunidades Autónomas, incluidas las ciudades de Ceuta y Melilla, y, precisamente sorprende que esta prohibición haya sido apoyada por aquellas regiones que no sufren daños por el lobo, lo que demuestran una falta de solidaridad con las que sí que lo sufren, y que apoyan que se siga controlando vía cinegética su población.

Ahora apelamos a la responsabilidad de nuestros políticos precisamente en unos meses muy difíciles para nuestro país, que se centren en la dura realidad de nuestras gentes del campo, en conectar realmente al medio rural y urbano, y se alejen de un proteccionismo radical de personas desconocedoras del campo y de sus necesidades y costumbres que no ayuda a la defensa de la naturaleza.

Alianza Rural considera un ataque frontal al mundo rural y un ataque a la biodiversidad la decisión de incluir al lobo ibérico en el listado de especies protegidas adoptada por la Comisión Estatal para Patrimonio Natural y la Biodiversidad dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. La situación actual es que el lobo ibérico ya cuenta con esta protección al sur del río Duero, mientras en el norte, la aplicación de una adecuada gestión cinegética ha permitido la recuperación y el aumento de sus poblaciones. 

Sin embargo, esta decisión pone en peligro la supervivencia de los ganaderos de extensivo del norte y centro de España que tienen que vivir en pueblos con serios problemas de despoblamiento, manteniendo una actividad cada día menos rentable, y con la incertidumbre de si esa noche sufrirán un ataque de una manada de lobos en su ganado y cuántas ovejas o teneros o potros, vacas o yeguas parturientas… morirán en ella. Por tanto, prohibir la caza del lobo no es defender al lobo, es un ataque frontal al mundo rural y sus habitantes, especialmente a los pocos pastores que ya van quedando en nuestro país. También, un ataque a la biodiversidad, pues muchas de nuestras ganaderías extensivas no se recuperan de los destrozos del lobo en sus ganaderías.

No parece coherente que esta decisión haya sido apoyada desde un órgano dependiente del Ministerio que incluye uno de los ejes más importantes que se tiene marcado en agenda de la Unión Europea, como es el Reto Demográfico. No es posible aplicar políticas de despoblamiento, sin atender las necesidades de quien habita el medio rural, y los habitantes del mismo, son los ganaderos de extensivo que cada día tienen pérdidas a causa del lobo: bajas de animales, estrés a las reproductoras que produce infertilidad, etc…

En la Comisión Estatal para Patrimonio Natural y la Biodiversidad tienen voto todas las Comunidades Autónomas, incluidas las ciudades de Ceuta y Melilla, y, precisamente sorprende que esta prohibición haya sido apoyada por aquellas regiones que no sufren daños por el lobo, lo que demuestran una falta de solidaridad con las que sí que lo sufren, y que apoyan que se siga controlando vía cinegética su población.

Ahora apelamos a la responsabilidad de nuestros políticos precisamente en unos meses muy difíciles para nuestro país, que se centren en la dura realidad de nuestras gentes del campo, en conectar realmente al medio rural y urbano, y se alejen de un proteccionismo radical de personas desconocedoras del campo y de sus necesidades y costumbres que no ayuda a la defensa de la naturaleza.

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