La Junta de Castilla la Mancha paga 28,5 millones de la PAC a agricultores y ganaderos


El delegado de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Santos López, destaca el esfuerzo que realiza el Gobierno regional por abonar los pagos de estas ayudas lo antes posible para ayudar al sector. El Gobierno regional ha abonado a profesionales de la agricultura y la ganadería en la provincia de Guadalajara un total de 28.546.537 euros correspondientes a diferentes pagos de la Política Agraria Común (PAC)





En concreto, se han ingresado en las cuentas de 3.595 profesionales un total de 7.930.771 euros correspondientes al pago de la ayuda básica a la renta; 3.585 profesionales han recibido 1.368.888 euros del pago redistributivo; para 119 beneficiarios se ha destinado cerca de medio millón de euros dentro de la partida para ayudas a jóvenes y se han abonado otras 7.938 solicitudes correspondientes a ayudas por ecorregímenes que han supuesto un desembolso de 18.823.537 euros en la provincia.

El 2023 ha sido el primer año de entrada en vigor de la nueva PAC tras su última reforma, que supone un cambio muy importante en sus nuevas reglas de funcionamiento. El delegado de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Santos López, recuerda que “el compromiso adquirido por el presidente regional, Emiliano García-Page, de pagar las ayudas lo antes posible se está cumpliendo, como así ocurrió con el pago del anticipo de las nuevas ayudas desde el día 16 de octubre de esta primera campaña, siempre con la intención de ayudar al máximo al sector”.

La ayuda básica a la renta de sostenibilidad de agricultoras y agricultores se abona por los derechos de ayuda que posean en cada caso el o la profesional en activo. En cuanto a la ayuda o pago redistributivo, se calcula en función de las hectáreas que posea el agricultor o agricultora, principalmente con explotaciones pequeñas y medianas.

En cuanto a las ayudas de ecorregímenes, retribuyen el esfuerzo que realizan los agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas para realizan de forma voluntaria en favor del clima, el medio ambiente y el bienestar animal. Con estas prácticas se cumple con los mayores compromisos medioambientales y climáticos que han asumido en el ámbito internacional, ya que se propician las prácticas de agricultura de bajo uso de carbono o la agroecología que persigue mejorar la estructura de los suelos y aumentar su contenido en carbono, reducir la erosión y la desertificación, la disminución de los gases de efecto Invernadero o bien favorecer la biodiversidad asociada a espacios agrarios, los paisajes y la conservación de los recursos naturales.

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