Reconstruyen la imponente estatua de Constantino en Roma


Este martes 6 de febrero fue expuesta al público por primera vez una reproducción de la estatua de 13 metros de alto que representa a Constantino, el primer emperador romano que se convirtió al cristianismo. La escultura está cubierta con una prenda de bronce, tal y como ocurría en las estatuas erigidas en la antigua Roma antigua a la gloria de dioses y emperadores






Esta estatua es la más grande de la que se han hallado restos en Roma, precisó a la prensa Claudio Parisi Presicce, conservador encargado de los monumentos de la capital italiana, y fue colocada en un jardín en lo alto de la colina del Capitolio, desde donde se ve el Foro romano.

Aun así, esta estatua no era la más grande de Roma, pues el récord lo tiene el coloso que representaba al emperador Nerón, de 30 metros de altura y erigido cerca del lugar donde actualmente se encuentra el Coliseo. “La impresión que se tiene ante esta estatua del emperador es un reflejo de la sensación de sus súbditos frente a una imagen imperial”, apuntó el funcionario.

Durante cientos de años, arqueólogos, historiadores y turistas tuvieron que recurrir a su imaginación para hacerse una idea de cómo era la estatua completa, a partir de fragmentos de mármol aún expuestos en los museos del Capitolio.


Así ha sido la reconstrucción de la estatua de Constantino en Roma

La estatua fue reconstruida en resina a partir de una decena de fragmentos de mármol conservados en el Capitolio desde 1486: dos manos y dos pies, una rodilla y una pantorrilla, dos fragmentos de bíceps con venas aparentes, un pedazo de torso, sin olvidar, por supuesto, la enorme cabeza.

“Nadie pensó nunca en estudiar la relación entre esos diferentes fragmentos”, subrayó Claudio Parisi Presicce. Pero, gracias a unos estudios exhaustivos, se averiguó que algunas partes de Constantino quizá habían formado parte de una estatua más antigua. Unos detalles en el mentón sugieren que la estatua original tenía barba.

El monumento permanecerá en lo alto de la colina del Capitolio, al menos hasta 2025, año jubilar en el que se espera que millones de peregrinos católicos lleguen a Roma. Todavía no se decidió adónde se trasladará posteriormente.

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