Un estudio arqueológico desvela que la aldea de El Rocío fue un importante enclave comercial de la Edad Media
Correa ha presentado este estudio acompañado de la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Teresa Herrera, del alcalde de Almonte, Francisco Bella, y del presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte, Santiago Padilla, según ha indicado la Junta en una nota.
En la presentación de las conclusiones de este estudio, que surge de un compromiso adoptado entre la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte y la Hermandad Matriz de Almonte a principios del año 2022, han participado, además, el director del grupo Vrbanitas, Javier Bermejo, y el historiador e ideólogo de esta iniciativa, Julio Malo.
Correa, ha asegurado que desde la Junta de Andalucía están "muy satisfechos con los resultados" pues estos "han sido clave para avanzar notablemente en el conocimiento de la historia del enclave del Rocío y sus inmediaciones".
Algunos de esos resultados han confirmado el "potencial histórico y arqueológico" que posee el sitio, al permitir identificar y recrear "con un elevado grado de precisión" diversos elementos soterrados. Por ejemplo, en las inmediaciones del Santuario se han detectado en la geofísica anomalías que, a falta de una comprobación mediante excavación arqueológica, parecen corresponderse con restos de estructuras arqueológicas, cuya hipótesis gira en torno a la existencia de estructuras pertenecientes a los momentos primitivos de la instalación religiosa --bodegón, portazgo, lugar de pernocta, etc.--.
Todo ello asociado al valor estratégico que el Rocío tuvo como puerto de comercio y salida de los productos del Condado. Respecto al denominado barrio de las gallinas, la geofísica apunta a la existencia de restos soterrados de la instalación de la venta que recogen tanto los testimonios literarios como cartográficos del siglo XIX. Además, pudiera tratarse de las evidencias arqueológicas de la población que se instaló en dicho espacio a fines del siglo XVIII con la construcción de numerosas viviendas y elementos de uso comunal, pozo, etc.
Las labores del trabajo de campo se han desarrollado entre septiembre y diciembre de 2024. Desde el punto de vista metodológico, la investigación ha comprendido una prospección geofísica mediante georadar en el entorno del Santuario y la zona del Caño de la Venta, que ha permitido corroborar la existencia de restos arqueológicos soterrados.
En segundo lugar, una prospección superficial en el entorno de la marisma de la Madre y el área urbana del Rocío, y, finalmente, la toma de muestras sedimentarias en el entorno de la marisma de la Madre para definir aspectos geoarqueológicos. En dicha investigación han participado, además, investigadores procedentes del Centro de investigación en patrimonio histórico, cultural y natural de la onubense; así como de otras universidades.
En una fase posterior se ha procedido al análisis de las muestras e información obtenidas durante los trabajos de campo, consistiendo en una elaboración de planimetría y cartografía geofísica, análisis del urbanismo y la realización de analíticas específicas --análisis polínicos y de macrorrestos y dataciones paleontológicas--.
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