La gran Maison de Champagne presenta Dom Pérignon x Takashi Murakami, creatividad jovial en movimiento

Dom Pérignon ha propuesto a Takashi Murakami diseñar dos ediciones limitadas concebidas para animar las fiestas de fin de año de 2025. Dom Pérignon y Takashi Murakami, maestros del arte tradicional, se adentran en sendos legados culturales para desafiar los límites de la creación

En las botellas, la tradicional imagen del viñedo que luce el escudo de Dom Pérignon se ha transformado en un espléndido paisaje florido. En el estuche, dos animadas flores en plena floración, obra de Murakami, enmarcan alegremente el escudo. Colocados uno al lado del otro, los estuches forman un cuadro floral modular que invita a los coleccionistas a jugar y crear composiciones para prolongar la experiencia más allá de la botella. 

Tanto para Dom Pérignon como para Takashi Murakami, la naturaleza es un principio esencial. El diseño de la edición limitada de 2025 ofrece una reinterpretación profusa y onírica de la naturaleza. El audaz lenguaje visual de Murakami colma la estética minimalista de Dom Pérignon de contrastes llamativos y una alegre intensidad. Las botellas y los estuches, oscuros y elegantes, se han reinterpretado incluyendo animados motivos kawaii que beben de la estética Superflat de Murakami. Las flores, figuras oníricas de una naturaleza vibrante que florece constantemente, parecen cobrar vida, como personajes de dibujos animados. El resultado es una tensión poética que conjuga la elegancia atemporal de Dom Pérignon y la creatividad desbordante de Murakami. 

Dom Pérignon Vintage 2015, resultante de un año excepcionalmente marcado por los contrastes, muestra una presencia firme. Un tanto oscuro al principio, se vuelve táctil a lo largo de la cata, con un tacto único. Esta sensación táctil es la base del gusto de Dom Pérignon, ya que permite expresar por completo la plenitud del vino. La densidad de Dom Pérignon Vintage 2015 afianza su autoridad natural, que, con el tiempo, pasa progresivamente a ser horizontal, amplia y rectilínea.  

Este Dom Pérignon Vintage despierta emociones en un primer momento estimulantes y, después, reconfortantes. Estimula gracias a un sutil amargor que conmueve y acapara la atención.