El arte del toreo a caballo, rejones al trote, pasos al vuelo... suertes de la templanza más elegante; cárdeno meano calcetero. Rejoneadores al galope para la bravura del encaste más natural.
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Ligado a la más antigua tradición taurina, el rejoneo o toreo a caballo es el origen más puro de la tauromaquia; a lomos del caballo, mediante una doma vaquera o clásica, el astado es toreado desde la figura más bella. Adornos de tela de colores característicos configuran los tres tercios de una tarde de rejones; rejón de bandera, banderillas o farpas, rosas, rejón de muerte... gloria eterna y plumas de seda blanca para dos hojas de madera noble que se abren del albero al firmamento.
Suertes del rejoneo más noble, donde la templanza hace frente a la bravura más inesperada. Recibiendo, el toro arranca a la cabalgadura y el equino espera la embestida; de poder a poder, el toro y el caballo inician a la vez la arrancada; atacando, el toro espera al caballo hasta que el equino se mete en el terreno del astado; al cuarteo, el jinete avanza hacia la res trazando un círculo hasta provocar la embestida de la res; al sesgo, el rejoneador paralelo a las tablas y en diagonal se encuentra con el toro mirando hacia a fuera; a la media vuelta, ejecutado cuando el toro mansea o se arranca con dificultad; al pitón contrario, quiebro del caballo frente al toro y cargar la suerte con el caballo hacia el pitón contrario del astado desplazándole hacia afuera; al quiebro, "pitón contrario" muy marcado realizado a caballo parado.
Una vez más, ARGATACA made in Spain fomenta la educación y cultura taurina con las siguientes infografías de las capas del caballo y razas equinas más características en el arte del rejoneo.
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