Así lo ha explicado el reciente ganador de este premio, el pastelero de Umiko Bakery, Alejandro García, quien ha afirmado que se trata de un roscón con un "toque japonés" ya que han sustituido las tradicionales naranjas confitadas por el yuzu rallado en la superficie, además de usar materias primas como la harina, huevos, yemas, agua de azahar, ron, azúcar y miel.
"En nuestra pastelería intentamos hacer eso, tradición y vanguardia, somos una pastelería japonesa y francesa que mezclamos un poco las dos técnicas y siempre intentamos hacer cosas novedosas y llegar un poquitín más lejos de lo normal de lo clásico, salirnos de los estándares", ha añadido en la Casa de la Panadería del Ayuntamiento de Madrid, donde se ha desarrollado el certamen.
A punto de cumplir su primer año de vida, el pastelero de Umiko Bakery -creada por los propietarios del restaurante japonés Umiko- ha añadido que su obrador es pequeño y solo trabajan cinco personas, pero están preparados para el aluvión de peticiones que le llegarán a partir de ahora.
"Tardamos dos días, hacemos un prefermento y una masa especiada que dejamos una noche entera fermentar. A la noche siguiente elaboramos el roscón y lo dejamos otras tres horas fermentar en bloque", ha añadido sobre la elaboración del roscón ganador cuyo precio será de 28 euros sin relleno y 35 con relleno."Queremos que las pastelerías aporten un producto diferente, que se atrevan. Nosotros nos atrevemos a hacer pasteles diferentes y no nos anclamos en lo antiguo". En segunda posición de este concurso ha quedado el obrador Doble Uve y en tercer lugar la panadería Bruleé.
Según ha contado a EFE el crítico gastronómico José Carlos Capel durante la cata de roscones, esta elaboración tradicional debe tener "equilibrio, como en todas las cosas y carácter", pero también ha de tener sabor a agua de azahar, la "miga tiene que ser esponjosa", así como tener "un alveolo, irregular, limpio y un conjunto de sabores cítricos".
El premio, al que han optado también, entre otros, En bruto, La duquesita, Mindanao, Madreamiga, El panazo, Pandarío y Marea Bread, está dotado con 2.500 euros que el ganador entregará a una ONG de su elección.
Los criterios para nombrar al ganador de esta edición, a la que han concurrido 50 panaderías y pastelerías madrileñas, han sido la apariencia, aroma, alveolo, textura y sabor. El jurado de esta edición ha estado presidido por el maestro pastelero Paco Torreblanca, quien ha estado acompañado por el también pastelero Ricardo Vélez, Elena Campal de Panod, la pasada campeona; Estela Gutiérrez de la pastelería Estela Hojaldres; David Vela, profesor de la escuela Le Cordon Bleu; el crítico gastronómico José Carlos Capel, y Rogelio Enríquez, presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía. Organizado por el portal GastroActitud, el objetivo de este galardón es fomentar la elaboración de roscones artesanos de calidad en todas las pastelerías de Madrid.
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