Una cata inaugural a las jornadas de El Centro del Vino de esta última edición de EnoFusión 2018, dirigida por Francisco Hurtado de Amézaga y Luis Hurtado de Amézaga y presentada por María Isabel Mijares García - Pelayo. Ya no se trata de viñas viejas, sino de profundizar en el corazón de la viticultura, dar un importante paso hacia atrás para conocer en esencia el viñedo antiguo del que se extraen las joyas más preciadas de Marqués de Riscal.
Y... sin maceración pelicular en su proceso de elaboración; Barón de Chirel Viñas Centenarias. Procedente de la vendimia 2015. Carácter cítrico en el que resalta un potente y elegante aroma de pomelo. Complejo, persistente, aromático, cierto toque picante que se traduce en notas de fruta madura y compotas; un blanco con alma de tinto de fondo anisado procedente del caracter reductor de las lías.
Color rojo intenso que recuerda a la elegante picota... Marqués de Riscal Reserva 2014. Toques de fruta roja silvestre, afrutado, persistencia media, capa alta, cierta redondez. Afrutado, buena entrada en boca de postgusto suave y sedoso.
Más de cien años para la joya de la corona; Marqués de Riscal 150 Aniversario. De la añada 2010 y con una inclinación de la copa a unos 45º divisamos una bonita y sinuosa lágrima que cae en forma de manto de lino. Potente en boca, muy aromático en el que resaltan frutos rojos, tonos almendrados incluso toques balsámicos que recuerdan en su fondo a la madera de eucalipto. Carnoso, cuerpo noble, redondo.
Con un viñedo de más de 80 años de edad... un vino nacido para escribir algunas páginas riojanas más bellas del siglo XXI; Marqués de Riscal Frank Gehry Selección 2012. Amplio, estructurado - en el argot taurino se llamaría bien armado -, finura, taninos muy acentuados. Notas silvestres que evocan a la trufa, caracter tostado con toques torrefactos de café, incluso un bonito dibujo achocolatado en su perfume; fruta muy madura. Persistente, retrogusto embaucador.
Y el vino se pone la capa más elegante. Barón de Chirel, de la vendimia 2014. Opaco, lágrima que llora por la copa. Color cereza intenso. El bajo rendimiento y la gran calidad de un viñedo de más de 100 años va a ser un punto de inflexión en su carácter. Intenso, complejo, elegante, equilibrado; notas de fruta madura, astillado de madera de roble francés... Taninos muy pulidos que resaltan suavemente un fondo especiado.
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