De Jerez al cielo

Alameda vieja y Catedral, Jerez de la Frontera (Cádiz). Fuente: Google

Si el sur tiene nombre propio... es Jerez de la Frontera. Desde el casco histórico con su imponente Alcázar y la Catedral a las grandes plazas y avenidas cuyas palmeras y naranjos son testigos perennes del cariño y elegancia que transmite esta bella ciudad gaditana mundialmente conocida por el caballo español, sus bodegas y sus vinos, los toros...

Palmeras Avda. Álvaro Domécq (Jerez de la Fra) Fuente: propia

Jerez Musulmán, monumentos religiosos, casonas - palacio, así como el Cabildo Antiguo y la Torre de la Atalaya aportan la riqueza arquitectónica cultural, pero... Jerez también es la Ciudad del Vino y del Caballo; la Yeguada de la Cartuja y la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre así como el microclima generado por los vientos procedentes de los mares mediterráneo y atlántico para dar lugar a vinos excepcionales con gran personalidad, dan a esta hermosa ciudad una característica estratégica y especial a nivel mundial.

Plaza Mamelón (Jerez de la Fra). Fuente: propia

El caballo cartujano, pura raza española, que desde la época romana fue potenciado como el medio de transporte oficial de la vida civil así como de signo de distinción para reyes y emperadores. incluso, hay archivos que datan del medievo en la que los árabes llegaron a formar su propio ejército formado únicamente por caballos andaluces. Con el paso de los años se ha convertido en la única reserva ganadera más importante de todo mundo del caballo español pura raza y cartujano.

Tabanco El Pasaje, Jerez de la Fra. (Cádiz) Fuente: propia

En cuanto al vino, decir tiene que es la tierra perfecta donde se elaboran los mejores caldos de jerez en todas sus especialidades: Fino, Manzanilla, Oloroso, Amontillado, Cremoso, Palo Cortado, y la joya del Pedro Jiménez, La tradición al vino de Jerez se observa a simple vista, aún existen los llamados Tabancos; antiguas tabernas con vocación de distribución de vinos y en la actualidad se erigen con respeto y añoranza Plateros, El Pasaje y San Pablo. Miguel de Cervantes ya mencionaba a los Tabancos en su "Viaje del Parnaso":

"Nunca se inclina, o sirve a la canalla

trobadora , maligna y trafalmeja ,

Que en lo que mas ignora , menos calla.

Hay otra falsa , ansiosa , torpe y vieja ,

Amiga de sonaja y morteruelo,

Que ni tabanco , ni taberna deja"

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