El infante del encinar

Jabalíes. Fuente: propia
Si escuchas el monte romper,
macareno, navajero... nombres por doquier.
Cuantas veces monteando,
le has visto incluso andando.

De montería o espera cualquiera iría,
si herido te acercas, desata su ira;
Es más, si le tocas sus barbajas...
Cuidado! te clava sus navajas.

En las primeras lunas de agosto,
cerca de la labranza está muy a gusto,
Si la encina está en la llanera,
espera al ansiado lance en la era.

De encina a encina va paseando,
el infante jabalí contoneando;
si el romper de la jara es inesperada,
la cacería está más que asegurada.

No hay mal que por bien no venga,
aunque junto a sus crías se abstenga.
Ver por la dehesa sus andares,
impresiona su belleza entre tomillares.

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