La princesa de la dehesa


Su reclamo no es estridente,
es más... quizás relajante,
andando o volando,
de un modo u otro va reclamando.

Años luz roja la llaman,
no es por eso una aprendiz.
Si por nuestros caminos corretean,
Bienvenidos! el desfile de nuestra perdiz.

El dulce cantar,
un cloqueo es.
Y... después de sembrar,
atención debes a la mies,
porque si va a picar,
la siembra no la ves.

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