Bodegas como Altolandon, Ánima Negra, Finca Terrerazo, El Regajal, La Casa Maguila, Ronsel do Sil, Sot Lefriec y Alta Alella entre otras, destacaron por la dinamicidad, complejidad, gran estructura y evolución en sus vinos. Unos con poca persistencia frente a otros con más, notas florales y balsámicas aunque otras especiadas... unos más jóvenes y otros con más longevidad fueron las características organolépticas más comentadas en la tarde del cuarto día de mayo. Guardas en acero inoxidable, tinas, incluso en hormigón hacen de estos caldos que adquieran ciertos toques balsámicos, especiados y mineralizados en su tiempo de paciencia.
Los vinos radicales son esos caldos en los que impera la sensación percibida en los cinco sentidos: vista, oido, nariz, gusto y tacto, pues son los que aportan limpidez, escuchar el romper del vino en copa, matices aromáticos, carácter y persistencia, y posesión de la copa; todas ellas que respectivamente deciden en su conjunto la apreciación del vino. El vino hay que respetarlo y amarlo, como dijo Dn Gabriel Yravedra - Ingeniero Agrónomo y padre de las Denominaciones de Origen - «la copa no hay que moverla, hay que dejar que el vino se exprese así mismo y su olor fluya entre la nariz y la mente».
Las fases de la cata son vista, nariz y boca, pero... tenemos cinco sentidos y cinco argumentos intrínsecos que nos ofrece todo vino en todo su esplendor; Vinos radicales para tí, para siempre... Vive, disfruta y siente el potencial de los vinos con los cinco sentidos
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