Inspiración, creación... deseo legendario

Desde 1668 se han unido fuerzas inusuales que han marcado el destino de la Abadía de Saint Pierre d´Hautvillers; un emplazamiento excepcional que ha visto pasar ante sí a poderosos y humildes. Situada en una colina que se alza sobre el valle del Marne, Dom Pierre Pérignon dedicó 47 años de su vida a inventar y perfeccionar las técnicas que le llevarían a crear uno de los caldos del champagne más prestigiosos del mundo. Hoy, su legado es un homenaje vivo, vibrante y creativo donde Dom Pérignon evoca a su figura artística; el padre espiritual del champagne.


Curioso y sutil; Vintage 2005. Afrutado, fresco, cremoso en nariz y notas de sotobosque en boca... de carácter mineralizado, evoca al yodo y a la espuma de mar. Adquiere en su evolución toques balsámicos de regaliz en su fondo, notas de café y a licor... Su simplicidad no lineal es elegancia y belleza; queso gouda y gorgonzola, maridaje lleno de pureza.


Riqueza expresiva, Vintage 1998; suavidad en boca, chisposo, vibrante. Las notas de mazapán de espectacular evolución en copa, dan lugar a que el ambiente se impregne de aromas tostados como el café y tofe. Cualquier carne aromática es el acompañante perfecto; presa ibérica, venado en escabeche...

Frescura, potencia... Vintage Rosé 2004. Notas de mora, mandarina, zumo de granada... Evoca cierta juventud donde impera el regaliz y recuerdos de Oporto en su fondo. Importante evolución tanto en nariz como en boca; adquiere toques de yodo de forma muy suave. De carácter rosado, es el perfecto aliado para burrata con anchoas, caviar de erizos, incluso la carne de ternera con salsa de ostras, que deja una impresión de sabor de gran expectación.

Desde disfrutarlo en compañía, como en gastronomía; Dom Pérignon es, sin duda, el origen del champagne, donde en una abadía hace casi cuatrocientos años luz se dijo que bebían estrellas. Dos variedades, dos astros: Chardonnay y Pinot Noir, el legado más sublime de un monje benedictino.

«El legado de la Abadía de Hautvillers, donde Dom Pierre Pérignon vivió, va más allá del dominio técnico: es ante todo, un legado espiritual. Aquí me llega la inspiración, paseando por estas tierras, me fusiono con el espacio sin más objetivo que ser fiel a la esencia atemporal de Dom Pérignon»

Richard Geoffroy

Chef de Cave - Dom Pérignon

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