«En este presente tan rápido, en el que el tiempo parece no dar un respiro, es importante detenerse a pensar y disfrutar de aquello que nos rodea. Les invito a que lo practiquen. Tan sólo les llevará unos minutos y los resultados son realmente gratificantes. Se trata de encontrar momentos para uno mismo y establecer un diálogo interior que refuerce la intensidad de cada experiencia, por pequeña que esta sea».
Mauricio González - Gordon
Presidente de González Byass
Revista Vida Vid Vino - González Byass
Revista Vida Vid Vino - González Byass
En los albores del siglo XIX, allá por 1835, una familia de pequeños ratoncillos se hicieron los guardianes de uno de los caldos del denominado Marco de Jerez, y es que este vino, les alegraba la vida; tanto que... el dueño de la bodega, contento con ello, les fabricó una pequeña escalera que daba paso a una copa de vino, el fino de Jerez más rico del mundo. Es de bien saber, que José Ángel y Vargas, Sr Pepe para los amigos, fue quien comenzó una minuciosa y cuidada selección personal de la variedad palomino fino para conseguir el mejor vino fino. Por aquel entonces, adquiría botas de roble, para experimentar en busca del vino perfecto.
Leyenda y realidad; el icono nacional de nombre internacional, Tío Pepe. Su sobrino, Manuel María, en una escalinata de piedra sobria y noble, daba a degustar a sus amigos el fino que con cariño elaboraba; su vino, que con el pasar de los días, formaba tertulias a los pies de la catedral jerezana. Con el tiempo, Manuel María denominó a esta solera como Solera del Tío Pepe; a día de hoy puede leerse en una de las botas en la andana, una descripción de su querido sobrino.«Cuando en la ciudad de Jerez de la Frontera aún se oía el sonido de los cascos de los caballos abriéndose paso por las calles, José Ángel y Vargas y Francisco Gutiérrez de Ágüera caminaban junto al joven Manuel María González Ángel, sobrino de José Ángel, quién a sus 23 años empezaba su carrera en el mundo del vino. Manuel María, encontró en su Tío Pepe el mejor apoyo para iniciarse en este fascinante negocio».
Un vino, un sentimiento, una familia; el mejor "Tío" del mundo, nuestro Tío Pepe, José Ángel y Vargas, quién con cariño, fue el mentor y el impulsor de un sobrino con afán de descubrir algo nuevo. Experimentar para conseguir la perfección, y... dos siglos después, en la segunda década del siglo XXI, el sabor y la ternura sigue perenne; alegría y compañía cuyo fruto procede de los Pagos Carrascal y Macharnudo.
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