Descubriendo los compases del vino


"Jara" toledana... olivos, cereal, encinas... labranzas; un lienzo natural que rompe el silencio ante los imponentes Montes de Toledo. En sus inmediaciones, la viña reluce, las hojas siguen el compás del viento, las uvas marcan el momento decisivo; un buen amigo me contaba su proyecto e ilusión, Matalobos, vino que surge del cariño de la tierra, ubicado en la finca familiar Finca La Concepción, que venera la imagen santificada de Nuestra Señora.

Sencillo y elegante, un vino para acompañar en los buenos momentos; así comentaba Juan el equilibrio entre la viña y el hombre, la esencia familiar por las cosas bien hechas, donde el cariño y el buen hacer dan lugar al caldo más gastronómico.


De persistencia media, imponente capa, intenso, sutil lágrima poco pronunciada que recuerda al lloro de la vid con un esbozo de sonrisa. Elaborado a partir de las variedades de uva Syrah y Tempranillo, 70% y 30% respectivamente, presenta un color amontillado elegante y anillo anaranjado. Fruta de carácter madura en su evolución; pasa primero por las notas a picota, mora y aromas afrutados intensos de los frutos rojos silvestres, cuya evolución frutal es un completo abanico de sensaciones. Ralladura de naranja caramelizada... a la madurez de la manzana. Su carnosidad y la apreciación levemente grasa le otorga una interesante personalidad, siendo la variedad Syrah un equilibrio entre la aspereza y perfección.


Un maridaje perfecto para las carnes rojas y de caza; impera la ternera con una cama de ralladura de albaricoque, jabalí en adobo con revuelto de setas. Manjares de la gastronomía tradicional, algunos de ellos marcados por el toque vanguardista de la fruta, otorgando un aroma frutal diferente que acompasa perfectamente a la carne y al vino.

Finca La Concepción abrió las puertas a ARGATACA en un momento muy especial, el lloro de la vid en pleno mayo. Matalobos, un proyecto donde el marco natural recoge el aura de la joya enológica, la parte esencial. El compás entre la perfección humana y el equilibrio natural; Matalobos, el compás del vino con nombre propio. 

Comentarios