Vinos radicales


Radical, vanguardista... aquello que tiene un origen, que no se desprende de su esencia pero tiene algo especial. El protagonismo adquirido le aporta un valor añadido, un rasgo único y diferenciador; singularidad. El vino, quién no iba a ser menos, humilde caldo que siempre nos sorprende, y que en este presente 2016 celebra su segundo aniversario en el Salón de los Vinos Radicales, enmarcado en un edificio que guarda similitud con el abanico enológico; Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid - COAM -, donde el vanguardismo y la técnica van de la mano desde los inicios del hombre, vino y arquitectura.

Alemani i Corrio, Alta Alella, Alta Pavina, Altolandon, Ánima Negra, Bodegas Antídoto, Viñedos Gancedo, La Mejorada, Más que vinos, Camino del Norte, Celler del Roure, Domaines Lupier, Dominio do Bibei, Edetária, El Escocés Volante, Pago los Balancines, Suertes del Marqués... Más de una veintena santuarios donde el vino descansa previo a sorprender, arropado por la presencia portuguesa como país invitado, siendo sus más honoríficos representantes enológicos Quinta de Soalheiro, Vadio, Quinta do Javali, Quinta do Mouro, y Colares - Adega Viúva Gomes.

Se dice de radical, según la Real Academia de la Lengua, aquello "perteneciente o relativo a raíz, fundamental o esencial..."; el origen, lo que hace especial a todo, aunque sea la mano del hombre quien lo moldea y es especial aún más, puesto que el protagonismo es esencial cuando ese algo tiene algo que le hace único. El vino, el hermano del hombre que le acompaña desde sus orígenes, el más radical, que guarda su tradición con una nota vanguardista.

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