Declarado como bien de interés cultural en 1995, la iglesia de Santa Leocadia de Toledo, que carece de crucero saliente, conserva en su interior una breve muestra mudéjar. Allá por 1594, cuando Monegro dirigió las obras de conservación y mejora, el arte múdejar dejó de tomar protagonismo, siendo la traza contemporánea la que reinaría sobre las naves y en la construcción de la Capilla de la Linterna. A principios del siglo XIX el gusto neoclásico remodela el templo.
Años de esplendor, siglos de historia... pero el arte vuelve a renacer en uno de los rincones más bellos de Toledo. Del mudéjar al neoclásico pasando por lo dórico y lo corintio; estancias, detalles... muestra histórica del paso cultural en la ciudad imperial. Sobre el solar, se alza con orgullo este símbolo de la devoción, levantado sobre el solar donde vivió la virgen toledana.
«Una noche de un 9 de diciembre entre los años 303 a 306, los centinelas de la cárcel, que se situaba en la zona próxima al actual Alcázar (...) sintieron un ruido sobrenatural y observaron una potente luz que provenía de la celda en la que había quedado abandonada la joven cristiana. Por temor, hasta la mañana siguiente no se acercaron a la mazmorra, donde solo hallaron el rígido cuerpo de la joven Leocadia».
Leyenda, realidad, historia... entresijos de siglo en siglo que no dejan de sorprender, donde el arte avala el origen y el misterio la leyenda. De la esencia palpable de lo cultural a los detalles místicos de Santa Leocadia, cuyo nombre santificado le otorga un lugar de privilegio en la historia de España.
Para conocer más de cerca la Iglesia de Santa Leocadia y su leyenda haz clic aquí
Comentarios
Publicar un comentario