En el siglo XIX, el geólogo y explorador escocés Joseph Thomson fue una de las personalidades cuyo papel característico fue el de luchar por África. En sus viajes por el continente africano, una de las tantas especies animales que le llamó la atención fue uno de los bóvidos que en la actualidad lleva su nombre; Gacela de Thomson - Eudorcas Thomsonii - caracterizado por la franja oscura sobre su costado. Elegante, ágil, andares de princesa... la belleza del antílope en estado puro. Su forma de vida tiene lugar entre Kenia y Tanzania principalmente, aunque también puede campear por los pequeños brotes herbáceos de Sudán.
Andares de princesa...
¡en la sabana! más allá de la dehesa;
pastos y pequeños brotes
después de tantos trotes.
Elegante, mirada atónita,
gacela, en la sabana estás escrita,
Dama de la pradera,
trofeo de bandera.
¡Astuta, hábil! mi amante,
tu te haces la interesante;
después de tanta espera,
tu mirada sale con sablera.
Thomson te descubrió,
y en sus viajes triunfó;
en safaris de la vida,
fuiste mi alma cumplida.
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