De la Bisagra al Arrabal mudéjar


Bajo el escudo de armas imperial que da acceso al casco histórico de Toledo, belleza castellana, pasaron ilustres y célebres personajes de la corona y la nobleza por aquellos tiempos atrás. A día de hoy, la puerta de Bisagra, custodiada por el escudo real del imperio, datada del siglo X, abre la historia de par en par por su paso hacia la calle del Arrabal toledano. Como es de saber, Toledo fue sede de las tres culturas que tomaban sociedad en el imperio siglos atrás, por lo que en el dominio islámico, la Puerta de Bisagra abría la ciudad desde la Vega, y que posteriormente, solo fue abierta para ocasiones señaladas.



Después de un par de pasos, palpas la historia, revives la cultura; el Arrabal toledano se apodera del momento. Tan solo escasos metros para visualizar el arte arquitectónico característico de esta zona. Pasear, relajarse, disfrutar del rico patrimonio cultural que edificaron nuestros antecesores; aval histórico de quienes forjaron el libro de la historia.


La Iglesia de Santiago del Arrabal, conocida como la Catedral del Mudéjar, que con el permiso de las torres de Teruel, esta obra arquitectónica es la cumbre del arte mudéjar toledano. Conserva su estructura original, y en su interior alberga un retablo de Francisco de Espinosa datado en la segunda mitad del siglo XVI de estilo renacentista español. En su exterior, vislumbrado de elegancia en cada rincón, es característico la influencia árabe, destacando así la torre del templo de carácter sobrio y engalanada de arcos de medio punto. Y... a pocos pasos de allí... la Puerta del Sol y de la Luna, pórtico de albarrana, conmemorativo y de influencia nazarí; de estilo arquitectónico mudéjar, fue construido para dar acceso a la ciudad amurallada. Fechado a finales del siglo XIV, el arco de herradura apuntado está flanqueado por muros de piedra en sillería y mampostería. Sus almenas, engalanadas por merlones, custodian el friso del pórtico de arcos lobulados entrelazados; el arte Mudéjar en estado puro.

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