Caldos cuya máxima es el respeto sublime de lo ecológico, guardando los estándares del más absoluto medio natural; vinos cuyo proceso de clarificación se realiza a través de un puré de encimas de guisante, en vez de utilizar la clara de huevo. Estos vinos, en su paciencia en bodega, reposan durante tres meses en barrica de segunda fermentación.
Chardonnay, de la añada 2015; fresco, suave, cremoso... Su carácter afrutado le convierte al melocotón en el principal protagonista en la carnosidad de la fruta. Flores frescas, fragancia de azahar... una evolución que adquiere notas de yogur cremoso. Perfecto acompañante para arroces y postres cálidos. Syrah, procedente de la cosecha de 2015... Seco, equilibrado, cierta opacidad, aromas de chuchería donde alcanza protagonismo la frambuesa dulce y la vainilla. Acompañante ideal para la manzana asada en ensalada. De repente... una de las variedades foráneas más características del territorio vitivinícola... Cabernet Sauvignon, cuyas uvas se recolectaron en la vendimia de 2014; equilibrado, fresco... Adquiere notas de fruta exótica como la fresa y frutos rojos siendo el más característico la grosella... En su evolución en copa viaja hacia los torrefactos muy sutiles como el café suave. El perfecto maridaje para la degustación de alcachofas fritas con crema de yogur. Tempranillo, de capa media, fresco, elegante y una textura suave muy sutil... el chocolate con leche, principal protagonista aromático que le otorga el placer de ser compañero perfecto para la parrillada de verduras.
Cepas de más de 30 años, suelos principalmente de caliza, precipitaciones escasas... la configuración perfecta que convierte a Mureda en una de las bodegas pioneras en el respeto absoluto del medio ambiente.
Para ampliar más información de Bodegas Mureda hacer clic aquí | Conoce los vinos Mureda en VinoPremier haciendo clic aquí
Comentarios
Publicar un comentario