Enmarcada en el corazón de los Montes de Toledo; riscos, chaparros, olivos... encinas milenarias... arropan en su seno una de las maravillas arquitectónicas más codiciadas del mundo, el mayor de los tesoros sacro monumentales con un valor histórico de singular belleza. Con una cubierta principal a dos aguas, su cristalina vence hacia el norte con dirección al cauce del Tajo, y las del sur hacia el Guadiana. A un lado Toledo, a otro... Ciudad Real; el punto de inflexión histórico cultural con nombre tallado en la piedra.
Fechada en el siglo XI, la Ermita de la localidad toledana de Piedraescrita hace un guiño a la historia, donde la artesanía "talaverana" de por aquel entonces le otorga un lugar de privilegio en la historia del arte. Cuenta la leyenda que fue un pastor de Espinoso del Rey quien encontró este Santo lugar. A día de hoy, ambos pueblos comparten a la Imagen de Nuestra Sra. de Piedraescrita.
Construida en la roca serrana, se alza elegante, encalada, ribeteada en rojo carmesí y engalanada por un campanario doble que repiquetea en momentos de gloria eterna. En su interior... custodiando la Sagrada Forma... Un arco abovedado representa en la cerámica del siglo XI realizada completamente a mano, el tesoro de la humanidad; una exhibición del Juicio Final impresionante, digno de ver. Una obra de arte de singular belleza que demuestra la artesanía manual en pintura, cerámica, arquitectura y sacramental del siglo XI.
La Milagrosísima Imagen de Ntra. Sra. de Piedraescrita tiene culto Santuario. En su interior, el artesonado de madera en forma de artesa invertida tiene el privilegio de ser el sombrero oculto que guarda con cariño el tesoro de Piedraescrita.
"Es grandiosa en sus milagros, y no dudéis en creerlo cuando Fe la pedimos, nos escucha desde el cielo. Cuando la sequía es grande y peligran las cosechas a ella siempre recurrimos y la pedimos clemencia, y si estamos preocupados por las cosechas del año, nuestra Fe en ella se aumenta al ver el campo regado".
Comentarios
Publicar un comentario