Familia, amigos... momentos inolvidables con la mejor de las compañías; la época más fría del año, y el calor de quien realmente te importa o le importas te arropa de la forma más especial y que menos esperas. Vientos, nevadas, nubes... pero su mirada te transmite luz, dulzura, ternura, sencillez... el calor que no te esperas en una de las fechas más entrañables.
Tener calor es tener... una persona al lado, un familiar que te quiere, un amigo o amiga que te escucha; es una concepción de amor mutuo de esa gente quien te llena de magia y emoción en todos los aspectos de tu vida. Calor porque quiere lo mejor para ti, cálido porque formas parte de su vida... y esos lapsos de tiempo que te hacen brillar son consecuencia de sentimientos. Pero... ¿qué sientes? sabor dulce, ojos preocupados, huele a ternura, la forma de tocarte las manos, te sabe escuchar; ¿y por qué? porque... brindaría contigo todos esos momentos que le haces sentir feliz, alegre... que te obliga a apoyar tu rostro para sentir calma y que está a tu lado en momentos dificiles, porque te quiere.
Porque... espera brindar junto a ti, sin que una moto de polvo intente hacerte daño, en una noche fría, en el día en que Cristo nació... una noche en el que el año termina pero nuevas ilusiones se acercan para demostrarte que vales más de lo que has demostrado hasta ahora; porque esa persona apuesta por ti, le importas suficiente para estar a tu lado.
Y llega un momento, en el que tienes una botella de champagne muy especial, la quieres compartir con quien realmente te hace soñar, con esa persona que te deja viajar por las estrellas de un espumoso para sentir la felicidad de la vida; burbujas de sentimientos, emociones, donde miradas cómplices ya sean familiares o amigas te hacen descubrir lo maravilloso que es la vida, de saber y querer compartir con quien te importa los momentos inolvidables que ésta te brinda. ¿chin chín?
Feliz Navidad
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