Una año más la Navidad se apodera de nuestros hogares, sentimientos... momentos inolvidables en familia y amigos que tildan a estas fechas tan entrañables llenas de magia y emoción. Las mejores veladas; aquellas que rodeados de los nuestros disfrutamos de la exquisita gastronomía. Productos tradicionales que nunca pasan de moda, y es que el mazapán y el vino comparten en La Mancha siglos de tradición culinaria.
Mazapanes Manzanero - San Martín de Pusa, Toledo
Introducido por los árabes en el siglo VIII, el mazapán se elabora a partir de una refinada mezcla de azúcar y almendra. Sus orígenes se remontan al término árabe Manthaban, cuya traducción al castellano es "Rey sentado", siendo las primeras figuritas la imagen que se el atribuye al Rey. El hecho histórico es evidente; el Rey sentado en el Escudo de Armas de la Ciudad Imperial de Toledo , establece una vinculación directa entre la ciudad y los primeros mazapanes. Es de bien saber el vocablo Mayaban, de origen árabe, que hace referencia al dulce elaborado con otros frutos secos.
Toledo, cuna del mazapán y viticultura; mayor productora de mazapán, el viñedo más grande del mundo. Orgullo manchego que rinde especial homenaje a la cultura culinaria.
Vinos la Fontanilla - La Puebla de Almoradiel
Su ancestral tradición del cultivo del vino en La Mancha, el primer reconocimiento oficial que se le atribuye al vino manchego como Denominación de Origen data de 1932, que aparece publicado en la Gaceta de Madrid de la época hoy denominado BOE en septiembre del mismo año; ello le convierte a la Denominación de Origen La Mancha como una de las más antiguas de España.
La sequedad y la alta insolación de La Mancha favorece la adecuada maduración de las uvas dando lugar a vinos con intensidad colorante y aromática.
Tan solo queda disfrutar, degustar los auténticos placeres manchegos navideños como lo son el mazapán y el vino; joyas de la corona culinario manchega que forman parte del espectáculo gastronómico de la Navidad.
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