Máxima expresión, Marqués de Cáceres


Conversar sobre Marqués de Cáceres es charlar de elegancia, expresividad, singularidad... una forma de entender el vino visto desde el lado filosófico de la vida. Caldos sobrios, taninos con personalidad; la historia y el destino con nombre propio.


«En 1970, Enrique Forner funda esta bodega siguiendo los pasos de varias generaciones  cuya pasión por el vino logró años atrás su éxito en Francia y más especialmente en su Château Camensac, Grand Cru Classé del Haut - Médoc. Asesorado por el eminente enólogo francés Emile Peynaud, establece la bodega en Cenicero, corazón de la Rioja Alta, contando con unos viñedos privilegiados y unas parcelas únicas plantadas de viñas viejas, de escasa producción, vendimiadas a mano. Un microclima fresco y húmedo así como una orografía contrastada logran una magia especial donde la naturaleza brinda gran diversidad de carácter»




Y de repente... enmascarado por las variedades Tempranillo, Garnacha tinta y Graciano; enmarcado en viñas de 25 y 30 años de antigüedad y... dominado por un clima atlántico, templado, con estaciones diferenciadas. Marqués de Cáceres Reserva 2011. De vendimia manual en suelos arcillo-calcáreos y fondos ferrosos... capa alta, paso largo, pausado en boca; corpulencia y máxima expresión.

Notas tostadas, frutos rojos silvestres, aromas de vainilla y chocolate negro... paciencia en barrica a lo largo de 20 meses en maderas de roble francés hendido. Rojo pasión al tacto, sutil carnosidad en nariz, Astillado en boca. Taninos con reflejos brillantes; equilibrio, complejidad, estructura, limpidez. Toques frescos que evocan sensaciones de clasicismo. Caldo con versatilidad y dinamicidad, vino de taninos maduros para una gastronomía variada; un regalo para la degustación de carnes, pescados grasos, ahumados y verduras a la brasa.

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