Garnacha Tintorera, Monastrell, Syrah... Más de 7.000 hectáreas de viñedo. Variedades de uva adaptadas a una altitud que sobrepasa los 1.000 metros sobre el nivel del mar, condición climática continental y de importante influencia mediterránea. Una región enmarcada de forma estratégica entre la meseta sur y Levante. Tradición y vanguardia, Albacete y Alicante; Denominación de Origen Almansa. Una puesta de largo de la nueva añada que tuvo lugar semanas anteriores en el Hotel Iberostar Las Letras de Madrid.
Creado en 1966 el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, los inicios de la viticultura en la zona se remonta mucho antes; siglo XVI. El cultivo de la vid en una de las zonas más privilegiadas para la elaboración de vinos de alta calidad. En la actualidad, el sector vitivinícola de este singular emplazamiento lo conforman 750 viticultores y un total de 12 bodegas. Dehesa el Carrascal, Bodegas El tanino, Tintoralba, Venta la Vega, Atalaya, Rodríguez de Vera, Santa Cruz de Alpera, Tío Pío, Bodegas Cano, Matamangos, Hacienda el Espino, Piqueras.
Tierra caliza, guijarros y piedra rodada. De baja fertilidad, clima continental y precipitaciones óptimas dan lugar a un rendimiento bajo, aportando alta calidad al racimo, intensidad y concentración en el color de la uva y potencia aromática a sus vinos.
Cultura por lo autóctono, vanguardia de adaptación. Dos formas de entender la viticultura unidas a la más estricta creatividad del clasicismo; Garnacha Tintorera y Monastrell, autóctonas y tradicionales variedades que han demostrado equilibrio, potencia, estructura y cuerpo junto a la perfección y aroma de la Syrah. Autenticidad, personalidad, carácter, dimensión, envolvente... Vinos de excelente retrogusto, buen paladar, de paso largo, caldos con identidad propia; Almansa.
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