Nos trasladamos a 1835 para adentrarnos en la cuna del vino de Jerez. Una historia sorprendente que data de los primeros decenios del siglo XIX; por aquellos tiempos, Manuel María González y su tío José Ángel y Vargas inician un proyecto familiar que años después iba a dar renombre a vinos de importante calado internacional. Enfrente de la Catedral de Jerez de la Frontera, paraíso andaluz, fue donde comenzó todo; la aventura de los precursores del vino generoso.
Una cata sin precedentes, de singular belleza que recorre la escala de los vinos generosos desde el más seco hasta el más dulce; Fino y Pedro Ximénez, pasando por el Amontillado, Oloroso, Palo Cortado... Cream. Vinos con carácter, cuerpo, singularidad, personalidad, caracterizados por ser limpios, brillantes y cristalinos.
González Byass, una bodega familia de vino que ya está preparando su 6ª generación para seguir el legado y los valores de la historia hecha vino, transformada en cultura; naturaleza, tradición y tecnología.
Un homenaje a su tío José Ángel y Vargas, Tío Pepe; sutil, elegante, sequedad sublime. Un vino tranquilo de color amarillo pálido, aroma a tierra mojada de albero que recuerda el paso de los carruajes sobre el suelo de la Feria del Caballo de Jerez. Notas de levadura, manzana verde y bollería tradicional. Y después de 12 años en botas de roble... Amontillado Viña AB. amargor intenso, maderas astilladas, de sensación afilada y aromas de naranja amarga que se envuelve con la nuez moscada. Oloroso Seco... Alfonso; elaborado con la variedad de uva Palomino y de tonalidad oro viejo sensación mate, recuerdo al ámbar con reflejos yodados. Esboza untuosidad, notas de vainilla, carácter envolvente... sensación picante sútil. Leonor Palo Cortado; mineralidad, sensación aromática que recuerda a la fruta madura y la almendra tostada amarga. Solera 1847 Cream, buqué clásico, suavidad envolvente, recuerdo al sirope de arce en su fondo. Un "cabeceo" elaborado con 75% de Oloroso y 25% de Pedro Ximénez. De paso agradable, notas de vainilla y madera que han guardado paciencia en barricas de roble francés. Y de repente... Néctar Pedro Ximénez; color caoba intenso, redondo, con cuerpo y clase. Sobrio, de importante entrada en boca. Dulzura del sur, notas de caramelo. Toques de fruta amarga, equilibrio constante de pasas, higos y dátiles. Un vino fino, sabroso, de paso largo, paciencia en boca... taninos aterciopelados.
Para conocer más de cerca las Bodegas González Byass haz clic aquí
Espacio CULTURA VINO patrocinado por
Comentarios
Publicar un comentario