Una historia que comienza en la época medieval en Talavera de la Reina - Toledo - con la existencia de alfares en los que se diseñaba el más puro de los oficios; alfarero. Pero... alcanza su mayor esplendor a partir del siglo XVI. La proximidad de la Corte provoca el gran auge y su importante industrialización. El desarrollo de la cerámica en estado puro; azulejos y vajillas para monasterios, castillos y palacios mayoritariamente.
Talavera de la Reina, ciudad de la cerámica por antonomasia desde siglos atrás. Los colores de Talavera que inundaron de arte los rincones más exquisitos de cultura y gastronomía. La gran influencia de la cerámica de Talavera de la Reina se ve adherida a los encargos y producciones seriadas que tuvieron lugar desde el siglo XVI hasta incluso nuestros días, siendo el gran auge de esta importante adquisición hasta finales del siglo XVII. Abadías, monasterios, cortijos, casonas solariegas, palacetes... Las clases dirigentes castellanas fueron las precursoras del cambio; un gusto refinado por los colores de la cerámica de Talavera.
Es de importante referencia las series monásticas para farmacia y mesa. En Talavera de la Reina se alternan dos procedimientos decorativos durante un período de más de dos años; Serie esponjada, azul y amarillo, identificándose con los botes típicos de la farmacia escurialense - Monasterio de San Lorenzo de El Escorial -. Serie azul, dos tonos de azul que destacan sobre un fondo blanco nítido y contrastado.Un patrimonio material que atesora la Tierra del Bolo; un gentilicio que traspasa fronteras por su connotación cultural, histórica, y que en anterior artículo ¡Pero que Bolo eres! se hace referencia a una de las frases castellano manchegas más populares. Talavera, Toledo... Tierra del Bolo con siglos de tradición en el arte cerámico.
Comentarios
Publicar un comentario