En dos palabras; Salvador Távora... In memoriam

Un hombre hecho así mismo; dramaturgo sensacional, autodidacta del teatro sevillano... Renovador del teatro independiente andaluz en el mundo de flamenco como telón principal.  Cantaor, actor y director; un legado artístico de singular riqueza inmaterial que aborda desde el sur de España hasta el norte... solo bastan dos palabras para definir el concepto de arte andaluz con nombre propio, el de un revolucionario de la escena cultural andaluza; Salvador Távora.

Nacido en Sevilla a fecha de 3 de abril de 1930... Salvador Távora Triano, una vida y obra que ha sido reconocida por innumerables galardones cosechados en su carrera artística y personal desde 1972 hasta que nos dijo adiós en el azul el pasado 8 de febrero de 2019. Más de 40 menciones en premios, honores y distinciones , que además su Sevilla natal le ha rendido el tributo de una calle en su honor.

Expresión artística más allá del propio teatro; el albero se carga bravura y coraje. Bajo el apadrinamiento de Rafael Gómez "El Gallo", Salvador Távora adquirió notable prestigio en la tauromaquia como novillero lidiando reses en los cosos taurinos de  Ubrique, Utrera, así como en la mismísima plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.

Reconocido a nivel nacional e internacional por su capacidad teatral, concibió y elaboró una nueva visión y forma de entender la cultura. Visionario anclado en los valores andaluces, supo transmitir al público de más de medio mundo su carácter personal, compromiso social y su característico lenguaje de la interpretación. Una forma de expresión singular y trascendente en la cultura; introductor del valor poético, de las frases visuales y la belleza animal, armonía rítmica y simetría poética. Es además una de las grandes figuras que re-modeló íntegramente el concepto de la música andaluza por excelencia, el pasodoble; caracterizado en sus marchas procesionales de Semana Santa, corales populares, y los ritmos más arriesgados de coraje de los pasodobles taurinos. Una identidad propia repleta de sensibilidad, amor, cariño y particularidad, que le ha valido la distinción de un célebre ilustre andaluz en la vertiente social, humana y del arte.


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