Yo, José de Salamanca... Marqués

Una de las memorias de la historia más recientes de España, el hombre más rico del siglo; implacable, creador, innovador social... el hombre más influyente de la política y vida cotidiana en el siglo XIX. Hablar, charlar, conversar, tratar a cerca del Marqués de Salamanca, Dn. José de Salamanca y Mayol, es investigar en el renacer de Madrid y España en tiempos del reinado de Isabel II, una etapa posterior de la regencia de María Cristina y del fallecimiento de Fernando VII en 1833. 

España, un período de transición en la senda del capitalismo, pasado el antiguo régimen; es sin duda el escenario perfecto para que una de las figuras más representativas de la aristocracia aproveche la oportunidad del inicio del crecimiento económico financiero de lo público y lo privado. Creador del parqué español a semejanza de la Bolsa Bursátil de Londres, París, incluso de Nueva York.

Un primer amor marcado por Mariana Pineda, amistades y poderes junto a Serrano, Narváez, Joaquín María López, Fernández de Córdova... de paseante en Cortes a la reconciliación civil, del patriotismo al "mal del siglo"; y para colmo Isabel II por su arrojo y carácter financiero emprendedor le blasona con el apodo del "Gran bribón".

Fueron hasta literatos como Galdos quienes le destacaron en sus obras como uno de los más ilustres influyentes del siglo, incluso comparado como el Conde de Montecristo español; célebre aristócrata con Grandeza de España bajo el título de Conde de los Llanos, que diseñó y creó el barrio madrileño que en la actualidad goza del mismo nombre, Salamanca. Coleccionista de grandes obras, una amistad rica de sabiduría enmarcada entre políticos, artistas, escritores. Una vida repleta de auténticos episodios singulares que le valió reunirse con emperadores, Casas Reales, además de cuajar una importante reunión con el propio Papa Pío IX. Su ambición y afán de superación fue destacada tanto en la política como en la empresa que le valió su renombre, entre ellas la línea de Ferrocarril Madrid- Aranjuez, el negocio de la sal, construcción del barrio de Salamanca, así como el re estrechar lazos con el General Narváez que después fue su socio en diversidad de ocasiones empresariales.



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