Liérganes y el Hombre Pez

Francisco de la Vega Casar, Leyenda y escultura. Una criatura mitológica de la cultura cántabra de nuestro país. Y de Bilbao a Liérganes pasando por Dinamarca, Canal de la Mancha, Cádiz... Cantabria. El hombre Pez, tradición y cultura que tiene su origen en una familia humilde de la villa de Liérganes.

Segunda mitad del siglo XVII. Hijo de Francisco de la Vega y María de Casar, al fallecer su padre su madre le envía a Bilbao para aprender el oficio de carpintero. Tras la noche de San Juan allá por el año 1674 y arrastrado por la corriente del mar, el joven desaparece, afirmándose tiempo después de sus apariciones en numerosos enclaves. Ya en la Costa de Cádiz, unos pescadores avistan una criatura marina, y tras capturarla con sus redes atestiguan un hombre con forma de pez y escamas en su cuerpo.

Es en la capital gaditana a la que se le traslada al Convento de Santo Domingo y en el apenas interrogatorio es capaz de pronunciar únicamente su lugar de procedencia, Liérganes. El propio secretario del Santo Oficio de la Inquisición, Domingo de la Cantolla, confirma la afirmación, pues casualmente también era su lugar natal. Su llegada triunfal a Liérganes junto a un fraile de la Orden de los Dominicos, su madre María del Casar reconoce a su propio hijo. Posterior a nueve años de vida familiar, desaparece en el mar como una ola rompe en la arena.

Siglos han pasado; leyenda, intriga... Y el artista cántabro Javier Anievas Cortines realiza una escultura en su homenaje a orillas del Río Miera junto al molino en el que se encuentra actualmente el Centro de Interpretación Cultural de Liérganes y su leyenda. Mitología cántabra en todo su esplendor.





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