La DO La Mancha confía en una recuperación del mercado internacional del vino durante el 2º semestre


Trabajo, calidad, rigor y difusión”, estas cuatro palabras podrían resumir la estrategia de la Denominación de Origen La Mancha para lo que resta de 2020, un año especialmente complicado para la economía, incluyendo el sector del Vino.

El Consejo Regulador celebró su Asamblea General el pasado día 25 de junio, aprobando las cuentas de 2019, un año muy positivo en lo que a volumen de comercialización de vino con Denominación de Origen se refiere, ya que las ventas crecieron un más de un 18,5% y superaron los 85 millones de botellas.

No obstante, tras el cierre del primer semestre de 2020, el balance de contraetiquetas expedidas por el Consejo Regulador refleja, como cabía esperar, un descenso notable, ya que de enero a junio se comercializaron 33.538.500 botellas (equivalencia en formato de 0,75 l.) con Denominación de Origen La Mancha, lo que supone un descenso del 21,7% con respecto al mismo periodo del año anterior.

La caída se ha debido fundamentalmente al freno de las exportaciones por la COVID-19, lo que es clave para una denominación de origen que, como La Mancha, vendió sus vinos en unos 100 países distintos en 2019. También ha sido muy importante la bajada en la restauración nacional, obligada al cierre durante el estado de alarma. No obstante, el buen comportamiento del sector de la Alimentación en España y en mucha menor medida el crecimiento del comercio on-line han contenido la bajada y, de hecho, La Mancha ha capeado la crisis mejor que otras zonas vitícolas de nuestro país, ya que según datos de la FEV (datos de finales de abril) la cifra de negocio de las bodegas podría caer entre un 20 y un 40%.

 

Control, garantía y promoción

Tradicionalmente, el “Control, la garantía y la promoción” han sido los pilares básicos de una denominación de origen. Por ello, a pesar de que el control de la trazabilidad (seguimiento del vino desde la cepa hasta su salida al mercado) está externalizado en Castilla-La Mancha desde 2008 y corresponde a las empresas de certificación el velar por su cumplimiento, por su parte, el Consejo Regulador, gracias a su programa informático de procesamiento de datos de las declaraciones de cosecha de vino con DO La Mancha, antes de facilitar la precinta de garantía de la DO a la bodega también verifica que disponga de suficientes existencias de vino con DO La Mancha, según sus declaraciones de cosecha y existencias previas, y también conforme a la aptitud de vino con Denominación de Origen declarada por la bodega en cuestión,  la cual debe ser supervisada por la empresa de control que la certifique, que es la responsable de verificar la trazabilidad en sus auditorías de control y seguimiento, así como el resto de los requisitos exigidos para el cumplimiento del Pliego de Condiciones.

Por otro lado, el Consejo Regulador también comprueba que el vino que el operador solicita que sea embotellado con DO La Mancha se corresponda con la variedad o variedades indicadas en el etiquetado y se ajuste a sus existencias declaradas. Asimismo, se supervisa que las características del vino se pueden ajustar al tipo que se desea comercializar en cada caso (joven, tradicional, envejecido en roble, crianza, reserva o gran reserva) según lo marcado en programa atendiendo a sus características (cosecha, envejecimiento y variedad o coupage con porcentaje de mezcla), supervisando, en todo caso para los vinos con paso por madera, que hay suficiente número de barricas que avalen la petición realizada.

Tampoco se pasa por alto la añada del mismo, que debe corresponderse con la que se indique en la botella, en caso de que esta mención sea obligatoria, como sucede con todos los tipos de vino acogidos a esta figura de calidad, excepto los tradicionales y espumosos.

Finalmente, no se puede olvidar que los vinos DO La Mancha, además de demostrar la trazabilidad mencionada, tienen que pasar controles de cata según lo dispuesto en la Orden de 19/01/2010, de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, por la que se establece el régimen general de control de los vinos con denominación de origen protegida y de la certificación de la denominación de origen de los mismos. En relación con este aspecto, hay que destacar en este punto que el panel oficial de cata o laboratorio organoléptico de la ICRDO La Mancha está acreditado en la norma EN ISO/IEC 17025 por la Entidad Nacional de Certificación (ENAC) desde el pasado mes de marzo, siendo el primero en lograrlo de Castilla-La Mancha y uno de los pioneros en toda España, ya que todavía hay menos de 10 laboratorios organolépticos acreditados.

 

El parque de barricas sigue creciendo en La Mancha

Aunque el grueso de comercialización en la Denominación de Origen La Mancha está en los vinos jóvenes y tradicionales, que supusieron más del 79% del total en 2019 y del 74,5% en el primer semestre de 2020, la incorporación de barricas a las bodegas manchegas sigue creciendo a buen ritmo y en la actualidad supera las 92.000 unidades según los datos aportados al Consejo Regulador por las 102 bodegas que están dadas de alta en el Consejo Regulador como elaboradoras de vinos con crianza en madera (hay que tener en cuenta que en el año 1997 había sólo 49 bodegas). Esta cifra de barricas deja constancia de que el potencial de elaboración de vinos con envejecimiento (envejecidos en barrica, crianzas, reservas y grandes reservas) perfectamente podría duplicarse en La Mancha con respecto a la comercialización actual, teniendo en cuenta que cada una de ellas tiene habitualmente capacidad para 225 litros, lo cual también pone de manifiesto que por norma general no hay carencia de barricas en esta Denominación de Origen, sino todo lo contrario, se podría decir que el parque estaría infrautilizado con respecto a los periodos mínimos exigidos, si bien, luego cada elaborador puede dar más tiempo del que marca la normativa y también hay operadores que meten en barrica vinos distintos a los acogidos a la denominación de origen.

En definitiva, los datos son positivos, ya que el crecimiento de los vinos de crianza ha sido del 96,6% en una década (6.014.170 en 2009 frente a 11.827.066 botellas en 2019) y del 300% desde el año 2002, cuando el volumen de vino de crianza ascendía a 2.963.437 botellas.

No obstante, los vinos de reserva y gran reserva han tendido mantenerse o incluso a bajar en los últimos años, lo cual es una muestra del cambio de tendencia por parte del consumidor, aunque algunas bodegas también manifiestan la dificultad para competir en el mercado de este tipo de vinos, en el que hay ofertas muy bajas por parte de otras denominaciones de origen pese a que los precios de adquisición de las uvas son habitualmente mayores que en La Mancha. Sea por una causa o por otra, el caso el que el mayor potencial para esta Denominación de Origen sigue estando en los vinos jóvenes, tradicionales y los que tienen periodos de envejecimiento no demasiado prolongados, ya que los vinos de calidad manchegos siguen ofreciendo en esta gama un potencial frutal difícil de conseguir en otras zonas, gracias a la buena maduración de las uvas y el excelente estado sanitario de las mismas provocado por la abundancia de horas de sol.

 

Nuevos canales de comunicación

La mencionada Asamblea General también dio luz verde a varias campañas promocionales, marcadas por la sustitución de eventos de promoción directa, como la realización de catas y degustaciones, por campañas de promoción digital de difusión de la Cultura del Vino, fundamentalmente a través de redes sociales, pero también en medios de comunicación on-line.

No obstante, el planteamiento es que también se refuercen las actuaciones presenciales a partir del otoño si no hay repunte de la pandemia y las circunstancias lo permiten.

De hecho, la celebración de la Fiesta de la Vendimia, los Premios Vinos y Cultura, la presentación de los Vinos Jóvenes o los Premios Solidarios son eventos que están en la agenda de la ICRDO La Mancha, que también pondrá en marcha una campaña en varias emisoras de radio con carácter comarcal y nacional.

En cuanto a la promoción internacional, sobre todo la desarrollada en los países asiáticos, la incertidumbre es mayor si cabe, por lo que se está trabajando en varios escenarios que contemplan tanto las actuaciones presenciales como las digitales, garantizando en todo caso que los vinos lleguen a los prescriptores asiáticos, aunque la presentación de los mismos tenga que ser telemática.


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