Autoría de Jorge Inglés, con una fecha aproximada en torno al año 1455, el retablo del marqués de Santillana - Iñigo López de Mendoza - conocido como "Los Gozos de Santa María", fue mandado hacer por el propio marqués para la iglesia del Hospital de Buitrago. Este pintor del siglo XV que de probable procedencia inglesa llegó a Castilla para llevar a cabo la ejecución decorativa de la Catedral Vieja de Salamanca, de formación académica en los Países Bajos, fue quien introdujo la influencia de la cultura flamenca, además de la escuela de Tournai, también; uno de los gustos - el arte flamenco - más característicos de la dinastía de los Trastámara y la nobleza castellana de la época.
Un estilo flamenco destacado por su naturalismo descriptivo; la perspectiva aplicada busca la elegante profundidad de la obra artística. La representación de la realidad terrenal en el arte religioso.
Un encargo muy personal y riguroso del marqués de Santillana, con los más mínimos detalles de perfección. En la obra se aprecia un tamaño de las figuras que no es nada simbólico, pues el marqués otorga una sutil relación de amor al arte en el tamaño de los ángeles y santos. El humanismo como vertiente cultural esboza sus primeros trazos, adquiriendo personalidad el carácter poético y militar, con una exaltación ornamental propia del exquisito gusto del marqués de Santillana.
Interpretación de "Los Gozos de Santa María"
Visualizando esta obra de arte, y comenzando desde su base, con un banco inferior - predela - en el que se refleja en pintura flamenca los cuatro padres de la iglesia: Agustín de Hipona, Gregorio Magno, Ambrosio de Milán y Jerónimo de Estridón; sacerdotes, teólogos y escritores eclesiásticos cristianos durante el siglo I al siglo VIII.
En el cuerpo central, don Iñigo de López de Mendoza (I marqués de Santillana) orando, detrás suya un escudero de la Casa de Mendoza. En el detalle izquierdo del retablo, su esposa Catalina Suárez de Figueroa - hija del Maestre de la Orden monástica de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa -, de rodillas también orando; en la misma estancia, aparece una de sus doncellas. Ambas imágenes, rezan ante una talla central de la Virgen María con el Niño.
Dos tablas conforman la parte superior. Un cuerpo en el que se reflejan doce ángeles, cada uno mostrando un pergamino con textos de "Los Gozos de Santa María", escritos en devoción a la Virgen por el propio marqués.
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