En el año 1926 la Sociedad Española de Amigos del Arte organizó la celebración de una Exposición del Antiguo Madrid, aprovechando la reciente adquisición hecha por el Excmo. Ayuntamiento de Madrid del antiguo Hospicio de San Fernando para salvarlo de una probable desaparición por el gran deterioro del edificio en aquellas fechas
Dicha sociedad se embarcó en el proyecto de celebrar la Exposición aprovechando un local que les proporcionaba un entorno espacioso y cuya fachada era una preciosa muestra del arco barroco en Madrid del período churrigueresco. También aportó todo el material que hacía falta para darle un valioso contenido a la misma. Se realizaron por parte del Ayuntamiento unas importantes obras de consolidación, arreglo y adaptación del vetusto edificio, que le salvo de la piqueta y que nos habría privado del que hoy es el Museo Municipal de la Historia de Madrid. Para la realización de dicha Exposición del Antiguo Madrid, la Comisión organizadora consiguió reunir objetos, documentos gráficos y material diverso que representaban en aquella época al Antiguo Madrid en toda su evolución histórica en los aspectos de constitución material y topográfica, así como a sus tradiciones, hábitos, artes y costumbres.
La exposición fue dirigida por Félix Boix y consiguió reunir el primer catálogo de objetos, documentos y mapas sobre la capital de España que promovió la creación de la semilla material de un museo de historia de Madrid que hoy muchos madrileños desconocen y que tiene un valor incalculable. Al mismo tiempo consiguió preservar para el futuro un edificio que destaca por su fachada barroca churrigueresca del gran arquitecto Pedro de Ribera y que está considerada obra cumbre del arquitecto y joya del barroco madrileño. El arquitecto municipal Luis Bellido fue el encargado de restaurar el inmueble que, después de esta exposición, quedó como sede permanente del futuro Museo Municipal de Madrid, hoy Museo de Historia. En el catálogo se muestra la lista de expositores, encabezada por el propio rey Alfonso XIII y que permitieron formar el material de la exposición y que al finalizar la misma, muchos de ellos pasaron a formar parte de los fondos del joven Museo Municipal de Madrid.
El catálogo de dicha exposición aún se conserva en los archivos del Ayuntamiento de Madrid y que se puede leer y disfrutar de todo el material que se expuso en aquel evento. También en la parte final del mismo se presentan láminas que muestran los objetos reunidos para aquella exposición y que si alguno de vosotros ha visitado el museo en la actualidad, podrá reconocer gran parte del material expuesto en la actualidad.
Gracias a la Comisión organizadora de dicho evento se reunieron, clasificaron, dataron y documentaron multitud de pinturas, esculturas, dibujos, retratos, estampas, vistas, planos, modelos, producciones de las industrias artísticas madrileñas y objetos diversos, que muchos de ellos se habrían perdido y no habrían llegado a nuestros días. En aquella exposición se recogió todo el material existente que comprendía el período entre la Revolución de 1868 y la Restauración.
Desde 1926 hasta nuestros días se han ido añadiendo elementos para constituir la mejor colección de la historia de nuestra capital y que es complementada con el otro museo municipal de los Orígenes de Madrid, también conocido como Museo de San Isidro que abarca desde la Prehistoria hasta el establecimiento de la Corte. Entre los dos abarcan toda la historia de nuestro querido Madrid.
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