Un grupo de investigadores de la Universidad de Macquarie en Sídney (Australia) ha revelado que el aprendizaje musical con instrumentos es beneficioso para menores con deficiencias auditivas, un público numeroso en España, donde 5 de cada 1.000 recién nacidos (aprox. 1.890 al año) padecen sordera o deficiencia auditiva, según la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS)
En concreto, esta investigación publicada en el Journal of Speech, Language and Hearing Research se basó en el aprendizaje musical de 14 niños en un periodo de doce semanas, durante las cuales compaginaron la formación presencial con lecciones telemáticas impartidas mediante una aplicación.
Al término del programa, los participantes fueron examinados acerca de su percepción del sonido de los instrumentos y de la voz humana, comprobando su capacidad para asociar frases con preguntas o afirmaciones en función del ritmo, la cadencia y el tono, por ejemplo. Como resultado, obtuvieron una mejora general del 14%, y en particular su habilidad para identificar instrumentos musicales se elevó un 8%, lo que confirma una percepción del timbre más acusada.
Además, la musicoterapia demostró ser una herramienta eficaz para mejorar las destrezas comunicativas en niños con limitaciones auditivas. También les ayudó a canalizar sus emociones y a regular su respuesta e interacciones sociales, beneficios que son extrapolables a cualquier grupo de estudio de similares características.
Los resultados de la investigación australiana coinciden con un incremento en la demanda de la educación musical en España. Desde la escuela de música La Fábrica, especializada en cursos intensivos de canto y lenguaje musical por edades, reconocen que la vocación temprana está ligada frecuentemente a instrumentos concretos.
"El interés de los niños por la música suele ir asociado a la interpretación de un instrumento", asegura el equipo docente de esta academia bilbaína. Asimismo, señalan que la edad determina el acceso a la familia instrumental, pues "desde los 4 años los alumnos podrán iniciarse en la interpretación de los instrumentos de cuerda, desde los 6 en el piano y de 8 en adelante en los instrumentos de viento".
La iniciación musical, por beneficiosa que sea durante la primera infancia, no debería ser impositiva. Por este motivo, aprender divirtiéndose es una de las máximas de la escuela La Fábrica. "Nuestro método de enseñanza se basa en una formación musical integral, donde el alumno aprende disfrutando», de forma que no limiten su formación a la teoría, sino que "la música enriquezca su sensibilidad y conocimiento".
Esta escuela de música y canto fundada en 2005 dispone de cursos de iniciación musical para niños 2 a 5 años y para mayores de 6 años, que garantizan un "acercamiento a la disciplina musical de un modo lúdico, donde los niños se divierten mientras aprenden y desarrollan sus aptitudes musicales, [...] estimulando sus capacidades intelectuales, artísticas y emocionales".
Privarles de este acercamiento musical puede conllevar un alto precio. La disminución auditiva en la niñez acarrea dificultades para el desarrollo cognitivo, el aprendizaje del vocabulario o la asimilación de conocimientos y del juego simbólico. En razón de esto, familiares, docentes y tutores no deberían hacer 'oídos sordos' al efecto terapéutico de la música en los más pequeños.
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