Intentar descubrir Jumilla... es adentrarse en el equilibrio perfecto. Una consonancia que a lo largo de los siglos ha conseguido un coupage elegante de patrimonio, tierra y personas; una cultura de terruño con personalidad. Dícese de la viticultura la conservación de la viña y arte de elaboración en santuario hacedor de vinos; Jumilla es sin duda historia, tradición y vanguardia donde la cepa, en su mayoría prefiloxérica, mantiene el carácter junto al clima y suelo para la elaboración de vinos con clase y elegancia
Editorial |
No iba a ser menos. La celebración de la nueva edición de Madrid Fusión venía con fuerza; era la ocasión para conocer el equilibrio perfecto... de disfrutar de vinos con Denominación de Origen Protegida Jumilla. Armonías en el paladar; una cata maridada de los vinos de Jumilla con una mesa profesional liderada por Silvano García, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Jumilla; Carolina Martínez Origone, secretaria general de la Denominación de Origen Protegida Jumilla; Enrique Calduch, periodista y crítico de vinos experto en vinos de Jumilla; Martín Coronado Álvarez, chef y sumiller.
La Denominación de Origen Jumilla fue creada allá por 1966, una región rica en tradición e historia. Fue en el año 1978 cuando se descubrieron los restos de pepitas de vitis vinifera más antiguos de Europa. Con el tiempo, aparecieron restos arqueológicos que atestiguan su tradición vitivinícola en más de 2.500 años de antigüedad. De estos hallazgos, cabe destacar la pareja de pendientes de oro con forma de racimo de uva que datan del siglo IV a. C., una pieza de valor incalculable.
La Denominación de Origen Protegida Jumilla se encuentra situada en el extremo sureste de la provincia de Albacete con municipios de Montealegre del Castillo, Fuenteálamo, Ontur, Hellín, Albatana y Tobarra; así mismo, el norte de la provincia de Murcia con el municipio de Jumilla, que da nombre a esta Denominación de Origen. La zona de producción comprende territorios de notable altitud, extendiéndose desde los 320 a los 900 metros sobre el nivel del mar, con una superficie de viñedo de 22.700 hectáreas, clima continental semiárido, humedad relativa anual del 60,4%, y suelos de carácter calizo, pedregoso y pobre en materia orgánica; ello le confiere el terruño perfecto para extraer el mayor potencial de su variedad de uva autóctona Monastrell.
De origen español, como otras uvas que se precien, La variedad Monastrell es una cepa de porte erguido con sarmientos gruesos y cortos, entrenudos de longitud media y poco ramificados. su hoja posee un limbo de forma pentagonal con tres lóbulos bien marcados. Los racimos son pequeños y algunos de tamaño mediano, debido a la complejidad y cualidad de esta uva, relativamente compactos cuya piel aporta aroma y cuerpo a sus vinos. Monastrell es una variedad tinta de gran rusticidad y elevada resistencia a la sequía, que además de necesitar buena insolación, tiene una sensibilidad resistente a la filoxera; por ello, la capacidad que ha desarrollado a lo largo del tiempo le otorga ser una excelente uva para la elaboración de vinos con mucha clase. En sintonía con esta variedad autóctona, la Denominación de Origen Protegida Jumilla tiene declaradas otras variedades como Garnacha, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Garnacha tintorera y Petit Verdot - siendo ellas uvas tintas - así como variedades blancas la Airén, Chardonnay, Macabeo, Sauvignon Blanc, Moscatel de Grano Menudo, Malvasía, Verdejo y Pedro Ximénez.
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