Cena armonizada LAVINIA con Víctor Algora, fundador de Bodegas Licinia, uno de los iconos de la DO Vinos de Madrid
La historia de lo que podríamos denominar el nuevo vino de Madrid arranca en 1984, con el reconocimiento de la Denominación Específica Vinos de Madrid. Más tarde, en marzo de 1986, el Ministerio de Agricultura aprueba de Denominación Específica Vinos de Madrid y en noviembre de 1990 queda reconocida oficialmente la Denominación de Origen Vinos de Madrid.
La Denominación de Origen cuenta con 8.528 hectáreas de viñedo inscrito, repartidas en 12.387 parcelas y con 3.038 viticultores que las cultivan. Sólo se mantiene poco más de un tercio de la superficie de viñedo que existía en la provincia hace 40 años. Si tenemos en cuenta la presión que ejerce la realidad urbana sobre el sector agrario, todavía se mantiene una superficie importante de viñedo y muchas familias siguen aún ligadas a esta actividad.
Una cata sin precedentes en Vinoteca Lavinia en la milla de oro madrileña
Lavinia es, sin lugar a duda, uno de los espacios más emblemáticos del barrio de Salamanca para disfrutar y poder adquirir un amplio abanico de vinos que cuenta con más de 4.000 referencias. Una selección cuidada de vinos procedentes del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid elaborados por Bodegas Licinia Wines, se han dado cita en la noche de ayer para maridar con los productos enmarcados en M Producto Certificado, sello de calidad que ampara a los productores y marcas de la Comunidad de Madrid adscritos.
¡Qué decir! Conversar sobre Licinia Wines es adentrarnos a una bodega fundada por un grupo de pioneros que comparten la visión del inmenso potencial de los viñedos del sureste de Madrid. Víctor Algora y José Ramón Lisarrague, entre otros de los viticultores más respetados de España, son el alma de Licinia Wines.
La bodega se encuentra en la localidad de Morata de Tajuña; el nombre Morata hace referencia a la llamada "Licinia" durante la época romana. Esta bodega, se encuentra ubicada en la DO Vinos de Madrid, una de las regiones vinícolas más destacadas e interesantes de España.
Para esta gran ocasión, se contó con el aceite de oliva virgen extra ecológico Oleum Laguna, coupage de arbequina y Cornicabra para las elaboraciones. En primer lugar, como degustación de entrada, salmorejo verde con la referencia enológica Muss Blanco de la cosecha 2021; vino elaborado con las variedades de uva Malvar 80%, Torrontés 16%, y Moscatel de grano menudo 4%; dorado pajizo que nos va a aportar aromas de bollería tradicional y flores frescas con cierta melosidad.
Posteriormente, se disfrutó de anchoa en ensalada de Casa Santoña con Licinia Blanco 2022, un vino cuyas uvas han sido seleccionadas de viñas de Malvar para un monovarietal en roble francés durante 10 meses; dorado verdoso de carácter brillante y sutil lágrima con toques de fruta con cierta madurez. En papilas gustativas se aprecian toques herbáceos muy acentuados.
Puerro asado con queso madurado de oveja y vinagreta de piñones tostados, un queso de la acreditada ganadería y quesería Queso Ciriaco, marinado con el vino Muss Tinto de la añada 2018; Tempranillo, Cabernet, Syrah, Merlot y una pequeña representación de la variedad Petit Verdot que ofrece taninos maduros de cierta astringentes con frutas rojas equilibradas que se acompasan a la madera, estructurado y de buena acidez.
Ya en el capítulo de los segundos... garbanzos melosos orientalizados, una de las legumbres más emblemáticas de nuestra gastronomía de Garbanzos Garbancera Madrileña. Este emplatado fue degustado ante el vino Licinia Tinto del año 2017; emblema de la casa con 50% tempranillo, 20% Cabernet Sauvignon, y 15% de Syrah y 5% Merlot; color rojo picota con aromas de fruta madura. Steak tartar de Angus 100% Madrid armonizado con Licinia Tinto de la añada 2014; capa media alta de toques frutados con carácter de cuero antiguo. Lomo de Angus 100% Madrid en su esencia marinado con el vino Licinia Tinto 2013; vino con cuerpo, clase y elegancia con un toque ahumado que obtuvo medalla de oro en la gala de vinos de Suiza.
Como broche final, se ofreció de postre melón aliñado con una representación de los vinos anteriores, que bajo el criterio objetivo profesional marida de forma armoniosa con el vino Licinia Blanco de la añada 2022; un vino joven que aporta sedosidad y a la vez cierta estructura de toques tradicionales de cereal, florales, y cítricos sin enmascarar el carácter frutal del melón en su elaboración aliñada.
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