Marlborough Madrid presenta "calor COLOR", un proyecto del rol que juega el color en las obras de nueve artistas internacionales
Marlborough Madrid presenta "calor COLOR", un proyecto desarrollado en diferentes módulos espaciales y cuyo eje gravita en torno al rol que juega el color en las obras de nueve artistas internacionales
Si bien dichas obras son diversas en contenido y estructura, cada una utiliza el color para reclamar su espacio por medio de su “vivacidad”, expresión utilizada por Goethe para referirse al hecho de que las personas refinadas evitaban los colores vivos en su indumentaria y en los objetos que los rodeaban, y parecían inclinadas a desterrarlos por completo de su presencia. Llegó a afirmar que solamente las naciones salvajes, la gente sin educación y los niños mantienen la afición por los colores en su máxima vivacidad. Walter Benjamin también escribió sobre la relación infantil con el color al diferenciar la percepción del color del niño de la del adulto: incluso sugirió que estos últimos entendían el color como una capa superpuesta a la materia, hasta tal punto que lo consideraban como un manto engañoso. Quizá podría vincularse dicho engaño a los nombres de colores sintéticos que llegan a crear un aura fantasmagórica y etérea, dificultando imaginar un color solamente en función de su nombre.
La vivacidad de los colores de las obras presentes en esta exposición, lejos de ser engañosa, es sintomática de cómo el color y el calor, siguiendo la relación etimológica libre del erudito Isidoro de Sevilla, están fundamentalmente compuestos de la misma materia. Equiparar calor con color nos aleja de un enfoque retiniano y nos acerca a una actividad corporal común a espacios de vivacidad fantástica en que el color se presenta de manera viva. Defender tal sentido del color no significa afirmar con rotundidad que el color sea esto o aquello.
Para evitar algo tan común en la teoría del color como es la tendencia a relacionar matices de color con objetos o materiales cotidianos, difuminando así su verdadera singularidad cromática, se ha optado por favorecer la abstracción en la selección de las obras. Se busca indagar en los postulados de los artistas presentes en esta muestra en relación con el color, en lugar de privilegiar la figuración.
La primera selección de obras establecerá una conversación dentro del ámbito del "Op-art" entre Bridget Riley (Reino Unido, 1931) y el científico y artista Adrien Lucca (Francia, 1983). En el caso de este último, se especializa en el estudio del color con obras que juegan con el espectro de la luz para producir efectos visuales. Su práctica busca desafiar la idea de que la visión es sinónimo de conocimiento: sus obras exploran los límites de la percepción visual. La perspectiva de Riley, por su parte, se vale de colores planos que juegan a imbricarse en la alusión a un nuevo paisaje. La artista desafía al espectador en experimentos visuales sutiles y provocativos por igual, a través del cálculo óptico y regularidades de líneas y combinaciones de colores. Aunque pertenecen a diferentes generaciones, los ejercicios plásticos de ambos artistas confluyen en su voluntad de servir a estudios científicos.
En un segundo espacio se plantea una muestra individual de la obra gráfica de Anish Kapoor (India, 1954) que explora de manera cromática un ánimo ceremonial, una voluntad mística y conectada a lo ritual. A través de sus obras procuraremos imbuirnos de su uso específico del color por medio de los opuestos con el fin de crear sombras.
A estas propuestas se añade una exposición colectiva con obras gráficas de Herbert Bayer (Austria, 1900 - Estados Unidos, 1985), Piero Dorazio (Italia, 1927 - 2005), Beverly Pepper (Estados Unidos, 1922 - India, 2020) y Jesús Rafael Soto (Venezuela, 1923 - Francia, 2005) de una época concreta: de 1966 a 1975. Estos años constituyen un periodo de verdadera ebullición creativa en torno al color: uno de los eventos principales fue la llegada del color a la televisión a mediados de los sesenta. En el ámbito del arte, marcado por la defensa de Clement Greenberg en favor de la planitud reflexiva del "Color Field" painting, que acabó por conducir a artistas a la desmaterialización del objeto, cobraron fuerza muchos movimientos y estilos con el color como impulso central: buena prueba de ello son el arte pop, el arte óptico y el minimalismo.
Por último, se presentará un diálogo entre los escultores Lucas Simões (Brasil, 1980) y Blanca Muñoz (España, 1963), con piezas en las que el color se manifiesta a través de la electrólisis, un proceso electroquímico que cambia el color de los metales. La escultora española trabaja el metal logrando resultados iridiscentes; el brasileño, formado en arquitectura y urbanismo, imagina formas que le permiten indagar en el material. Dos generaciones unidas en la utilización de la electricidad como medio para rastrear el cambio del color y sus evocaciones.
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