Bodegas Riojanas, más de 125 años de respeto medioambiental y compromiso de calidad


Bodegas Riojanas ha construido su historia manteniendo los mismos valores con los que se fundó en 1890. Los más destacables son el respeto por el viñedo y su entorno, el compromiso con la calidad de sus vinos y la satisfacción de las necesidades y gustos de sus clientes





Su filosofía también se ha basado siempre en el convencimiento de que solo una actividad que preserve el bienestar y el desarrollo de su comunidad es garantía de un futuro próspero. 

El primer símbolo del legado atemporal de la familia fundadora Frías-Artacho es la puerta de piedra que abría el paso al viñedo El Cerrado y que hoy sigue dando la bienvenida al visitante de Bodegas Riojanas.

Esta estructura que data de 1799 (como muestra la fecha esculpida en la piedra) es el testimonio vivo de la antigüedad de Bodegas Riojanas. También representa el pacto tácito de permanencia y respeto de esta saga de viticultores y bodegueros, que ha mantenido su esencia a lo largo de más de un siglo y cinco generaciones, convirtiéndose con ello en una de las ocho bodegas centenarias de Rioja que todavía continúan elaborando vinos de calidad. 


Un compromiso con la tierra y con la elaboración tradicional

Más de 130 años de experiencia en la viticultura han enseñado a esta familia de emprendedores que el prestigio de un nombre y la continuidad de una marca se consiguen a partir de conceptos muy claros. El primero es la importancia del viñedo. Las 200 hectáreas propias, además de las 600 de viticultores de confianza con los que colaboran desde hace décadas, se encuentran en la prestigiosa zona de Rioja Alta (D.O. Ca. Rioja), en municipios tan cercanos al río Ebro como Cenicero y en otras localidades como San Vicente de la Sonsierra, en las laderas de la Sierra de Cantabria. 

Con ello, Bodegas Riojanas abarca distintos terruños de suelos de origen miocénico, de estructura equilibrada arcillo-calcárea y ligeramente alcalinos, idóneos para producir las más altas calidades de uva. 

La variedad mayoritaria que emplean es el Tempranillo, pero también cuentan con una de las mayores extensiones dedicadas al Mazuelo y Graciano, variedades que aportan una mayor personalidad a los vinos que elaboran, así como otras dedicadas a Garnacha Tinta, Viura y Malvasía. 


Proyectos de calidad y sostenibles

El compromiso de Bodegas Riojanas con la calidad no se limita a mantenerse fiel a la tradición en la elaboración de sus vinos, también implica la puesta en marcha de iniciativas que la mejoran. La última se llama La Galería, un espacio que nació en noviembre de 2023 como herramienta al servicio del viñedo.

En La Galería, Emilio Sojo, elegido en 2023 “Mejor Enólogo de Rioja” por la prestigiosa revista The Drinks Business y director técnico de Bodegas Riojanas, trabaja junto a su equipo con dos armas principales: por un lado, la selección del viñedo y por otro, la experimentación con depósitos de elaboración de distintos materiales innovadores.

El objetivo es claro: continuar investigando y aprendiendo en la elaboración con otros tipos de depósitos para descubrir cómo el viñedo se expresa en cada uno de ellos. Todo ello manteniendo la identidad del terruño y preservando la expresión más pura del viñedo para trasladarla a la copa y, así, sorprender con nuevas pequeñas joyas a los amantes de los vinos más selectos. 

Pero La Galería no es el único compromiso de Bodegas Riojanas con el cuidado del viñedo y el medio ambiente. De hecho, con esta filosofía han materializado diferentes proyectos en los últimos años, como el protocolo de zonificación parcelaria. Con él se establece la clasificación de las parcelas en base a la calidad de la uva obtenida en cada una de ellas, llegando a definir unos parámetros vitivinícolas fácilmente medibles, que facilitan la búsqueda de la diferenciación parcela por parcela. 

También destaca la Escuela de Viticultores, inaugurada en 2019 con el objetivo de poner en valor el papel decisivo del trabajo de estos profesionales en la calidad final de los vinos. En ella se celebran ponencias, debates y actividades prácticas con reconocidos especialistas para dar a conocer los nuevos retos y oportunidades de la viticultura del siglo XXI y aportar soluciones innovadoras a los problemas de los viticultores. 

Además, en Bodegas Riojanas se ha avanzado en la elaboración de vinos sin traza animal, en la instalación de paneles solares para autoconsumo eléctrico que permiten reducir las emisiones de CO2 en 54,80 toneladas anuales y en la obtención del sello Wineries for Climate Protection. Esta certificación fue otorgada en 2022 por la Federación Española del Vino como reconocimiento a la actuación de la bodega en los cuatro pilares de la sostenibilidad: la reducción de la huella de carbono, la eficiencia energética, la gestión eficiente del agua y la reducción de residuos.


Monte Real, una marca emblemática y el reflejo del valioso legado familiar

Al hablar de Bodegas Riojanas es imprescindible mencionar la creación y continuidad a lo largo del tiempo de la emblemática marca de la bodega: Monte Real. 

Las primeras botellas salieron a la luz en 1933 a partir de la visión del francés Gabriel Larrendant, enólogo de Bodegas Riojanas por entonces, quien reconoció el potencial del viñedo El Monte (Cenicero, Rioja Alta) para elaborar vinos que se convirtieran en el alma de Bodegas Riojanas y orgullo de la bodega.

Compuesta por dos líneas bien diferenciadas, la gama Monte Real ofrece la sabiduría de cinco generaciones. La línea Monte Real Origen, en la que encontramos el Crianza, Reserva y Gran Reserva, es la máxima expresión de tradición. La segunda está integrada por los vinos que reflejan la visión de futuro de la bodega, la serie Monte Real Vanguardia. Y es que Bodegas Riojanas es consciente de que el legado familiar que representa la marca Monte Real debe evolucionar para asegurar su continuidad. En esta segunda línea encontramos: 


Monte Real Tempranillo Blanco

Este blanco fresco, complejo y expresivo ofrece una novedad diferente a los aventureros en busca de los vinos más especiales. De una uva producto de la mutación casual de la tempranillo tinto, se obtiene Monte Real Tempranillo Blanco, un vino de carácter floral y especiado, al tiempo que elegante y complejo.


Monte Real Garnacha

Una crianza corta en barricas de roble francés es la razón de la gran finura de taninos, fruta golosa, frescura y amabilidad en nariz y en boca, de Monte Real Garnacha, singular, imponente y muy elegante.


Monte Real Cuvée

Monte Real Cuvée recupera la visión de Larrendant y vuelve a inspirarse en el viñedo El Monte. Es un vino de terruño, hecho por el viñedo como esencia atemporal y auténtica de la marca, afrutado, complejo e intenso.


Monte Real Cepas Viejas

Este tinto aspira a homenajear a los viticultores más sabios e intenta materializar el esfuerzo y dedicación al viñedo de varias generaciones. Monte Real Cepas Viejas es de corta crianza en barricas de roble francés y americano, que finaliza en potentes aromas frutales y en boca, la máxima expresión de la variedad tempranillo. 



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