Cuando la tumba fue examinada por los arqueólogos, resultó pertenecer a un hombre de 1,90 metros de altura. La espada estaba colocada en su lado izquierdo.
Posteriormente se han encontrado otras dos tumbas cerca del yacimiento, en la nave sur. En ellas están enterrados una mujer y otro hombre.
En las tres tumbas examinadas no se conservaba ningún otro objeto. La espada es también el único objeto enterrado hallado en las 49 tumbas examinadas hasta ahora durante la remodelación en curso de Lilla Torg.
El hallazgo de espadas en tumbas medievales es muy inusual y las personas enterradas con espadas pertenecían a las altas esferas de la sociedad. El hallazgo de la espada en Lilla Torg confirma que la iglesia de Santa Ana se utilizó como lugar de enterramiento para personas de noble cuna durante los 35 años en que la orden franciscana operó en el lugar.
La espada ha sido extraída de la tierra y enviada a conservación para iniciar el examen y tratamiento del hallazgo en un entorno protector. La primera radiografía del hallazgo muestra que la hoja está decorada con dos cruces incrustadas, probablemente de metal precioso.
En el hallazgo de la espada, los arqueólogos de campo pudieron intuir que la hoja estaba decorada, lo que ahora ha confirmado la radiografía. El proceso de conservación es largo, pero se obtendrá más información tanto del estudio arqueológico como del trabajo de los conservadores en la espada.
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