Christian Pérez, tres orejas y Puerta Grande en la vuelta, tras 4 años, de los festejos mayores a Algete


Christian Parejo firmó dos grandes actuaciones sin espada y Alejandro Mora se fue de vacío en la primera corrida de la segunda fase de la Copa Chenel

 



Volvieron los festejos mayores a Algete después de más de 4 años con un ambiente impecable en los tendidos. Una tarde de menos de un año de alternativa de mucho interés para el aficionado.

Abrió plaza un serio toro, remiendo de Montealto, al que recibió Cristian Pérez a porta gayola y saludó con un ramillete de verónicas. En los medios dejó un ajustado quite rematado por chicuelinas y de rodillas inició su faena en el tercio, con una serie que rápido llegó al público. Por ambos pitones dejó muletazos largos que calaron en los aficionados de Algete. El de Montealto embestía por abajo y con calidad, aprovechándolo el de Hellín. Resaltó una serie de circulares por abajo que rompieron en los tendidos y terminó con una serie de bernadinas previa a la estocada, que requirió de dos descabellos tras un aviso. Paseó la primera oreja del primero de la tarde, aplaudido con fuerza en el arrastre. 

Al segundo de Monte la Ermita, otro toro serio aplaudido de salida, Christian Parejo lo recibió a la verónica en el tercio. Brindó al público el gaditano y en las rayas del tercio comenzó su faena a pies juntos, sin apenas moverse, por estatuarios. El segundo embestía más corto y Christian Parejo no giró la cara en ningún momento, buscando la ligazón y conexión con los tendidos. Al natural se mostró muy firme y dispuesto, con muletazos ajustados a pies juntos. Dejó una estocada un punto caída y saludó una ovación. 

El tercero, también de Monte la Ermita, salió como un tren de los chiqueros. Alejandro Mora lo saludó a la verónica. En banderillas destacó un gran quite de Javier Palomeque a su compañero. Mora se fue sacando el toro a los medios, con muletazos del corte clásico que le caracteriza. Por ambos pitones dejó series de muletazos largos y templados, que no llegaron a conectar con los tendidos. Mató de una buena estocada y dio una vuelta al ruedo. 

De rodillas saludó Cristian Pérez al cuarto, de Monte la Ermita, continuando por delantales. Destacó en varas el picador José Ney Zambrano con un buen puyazo. Pérez se fue a los medios y dejó un variado y ajustado quite, ovacionado con fuerza. Brindó al público y inició la faena de muleta por estatuarios. Volvió a mostrarse muy dispuesto, por momentos algo acelerado, con el de Monte la Ermita, un buen toro que repetía y humillaba en las telas del albaceteño. Dejó una estocada casi entera, sonó un aviso y paseó las dos orejas. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. 

El quinto, de Los Eulogios, manseó en los primeros tercios. Brindó Christian Parejo a Miguel Abellán, presente en los tendidos. El de Los Eulogios embestía algo brusco, faltándole un punto de recorrido. El gaditano firmó series cortas, asentado y muy firme, a pesar de la condición de su oponente. Tiró de valor y entre los pitones dejó varios muletazos que calaron en los tendidos. La estocada cayó algo baja y saludó una fuerte ovación del público.

El sexto, de Manuel Sanz (segundo hierro de Los Eulogios), repitió en el capote de Alejandro Mora, que lo recibió a la verónica. 
Genuflexo comenzó por bajo la faena de muleta. El sexto embestía con calidad por ambos pitones, buscando el temple el extremeño, que no logró acoplarse. Los muletazos de mayor calado llegaron al natural. No se encontró con la espada, pinchando en tres ocasiones y utilizando el descabello. Sonaron dos avisos y fue silenciado.

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