Molina y Víctor Hernández, la Gran Final de la Copa Chenel


Una oreja Molina y una vuelta al ruedo de Víctor Hernández les sellan el pase a la final. Una oreja también se llevó el mexicano Luis David Adame





Abrió plaza “Lagartijo” de Adolfo Martín y lo paró Luis David Adame en el tercio. Comenzó doblándose por derechazos y se lo sacó a los medios. El viento también quiso ser protagonista. Por el pitón izquierdo llegaron las mejores tandas de la faena, ligadas, hondas y alargando la mano. Mató de estocada caída y atravesada. Ovacionado el de Adolfo Martín. Adame recogió una ovación.

Se fue a la puerta de toriles Molina a recibir al segundo y lo paró por verónicas. Bajando la mano por el pitón derecho inició la faena de muleta. Basó la faena por ese pitón, a un toro que repetía, bajaba la cara y tenía fijeza. Quiso romperse el albaceteño sin llegar al punto álgido de la faena. Mató de estacada ligeramente caída tras pinchazo y escuchó un aviso. Oreja y ovación en el arrastre.

A portagayola se fue Víctor Hernández en el tercero. Comenzó doblándose por derechazos. Más difícil se puso el de Zacarías por el pitón izquierdo, soltando la cara y yendo a media altura. Buscó el toro y al tercer natural de la penúltima tanda, le propinó una fuerte voltereta. Mató de estocada tras dos pinchazos y escuchó un aviso.

De rodillas en el tercio recibió Adame al cuarto. Conjunción perfecta de toro y matador por el pitón derecho. Lo llevó corrido, con ligazón y profundidad. En la tercera tanda llegaron los muletazos de mayor proyección de la faena. Por el pitón izquierdo, más áspero el de Zacarías. Cerró por manoletinas y mató tras pinchazo. Oreja y ovación en el arrastre. 

Por verónicas paró Molina al quinto. Comenzó con derechazos de uno en uno para sacarlo del tercio. Despacio por naturales, buscando la profundidad en la embestida, llevando la cara abajo. A pies juntos por naturales cerró la faena. Tres cuartos de espada tras pinchazo y escuchó un aviso. Saludó una ovación y silencio para el toro de Adolfo. 

Cerró plaza “Aviador” de Adolfo Martín. Se puso Víctor Hernández por derechazos en el inicio de faena. Por el pitón izquierdo, llevó bien al de Adolfo, ligando, citando con el pecho y echando la muleta al hocico. Agradeció las formas en que planteó la faena Víctor Hernández. Cerró por ajustadas manoletinas y enterró la espada tras dos avisos.

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