Oreja y dos vueltas al ruedo en su primero tras negarle el palco la segunda oreja, y oreja en su segundo. Emilio de Justo y Roca Rey fueron silenciados en sus lotes. Se lidiaron toros de Victoriano del Río en la duodécima cita de ‘No hay Billetes’.
Un gran toro fue el segundo, ‘Dulce’ de nombre, de Victoriano del Río. Entregado y comprometido con la tarde Borja Jiménez desde el inicio lo recibió a portagayola. Bien lo paró después de capote por delantales y jaleadas chicuelinas rematadas con una vistosa larga. Por bajo lo inició de muleta. Obedeció extraordinariamente el de Victoriano, con clase, profundidad y transmisión, en una muleta que lo llevó largo y toreado en una primera rotunda serie con la diestra.
A más fue la faena que llegó mucho al público, puesto en pie al final de cada serie. Entregado y asentado consiguió Borja rotundos muletazos ligados de mano baja rematados en la cadera. Una faena rotunda a la altura de la embestida de un gran toro. El final por doblones por bajo puso la guinda a una redonda labor. Tras estocada pidió el público clamorosamente las dos orejas y le fue concedida una. Oreja de peso y dos vueltas al ruedo.
Al quinto bis, sobrero de Torrealta, lo recibió también en la puerta de toriles y seguido recetó otro gran recibo por verónicas. Extraordinario fue el inicio de muleta por bajo con trincherazos de cartel. Obedeció el toro con ritmo y repetición en dos primeras series con la diestra cargadas de poder y largura. Por el izquierdo, de uno en uno, consiguió dejar una buena serie. Dando un tiempo entre muletazo y muletazo, llegaron los mejores momentos por el pitón derecho. Aunque el acero entró a la segunda no impidió el pasear el trofeo que le abrió la Puerta Grande.
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