El proyecto comprende, además, un análisis completo de todos los paramentos para recuperar, datar e incluir en un archivo histórico los grafitis interiores originales de navíos y escenas de guerra de la torre norte. También se estudiarán los morteros para identificar y datar las diferentes etapas del castillo.
Igualmente, se realizará el estudio y diagnóstico de la estabilidad estructural del inmueble con carácter general y, en especial, a la torre suroeste, que ya fue objeto de unas obras de emergencias previas desarrolladas en 2019, que provocaron el cierre del castillo a las visitas. Se instalarán cubiertas que garanticen la estanqueidad, así como el diseño de la evacuación de aguas pluviales.
Por último, atendiendo al objetivo de reabrir este bien al público, está contemplado el desarrollo de un recorrido o itinerario para las visitas, lo que conllevará la instalación de elementos interiores para el acceso al público y la inclusión de espacios para la recepción, acogida e información de los visitantes.
Un castillo con origen en el siglo XIII
La fortaleza de Forna es un castillo señorial de carácter palaciego, con patio central y cuatro torreones en esquina, de mampostería y tapial, considerado un referente de la arquitectura gótica civil y palaciega de la Comunidad Valenciana.
La parte más antigua de la edificación es la torre oeste, que data de la época Almohade. A partir de ella, se fueron sucediendo las ampliaciones a lo largo de los siglos XIV y XV; pasando a ser, después, propiedad de los Cruilles, señores de la baronía de Forna. A pesar de todo ello, a día de hoy, el origen de este castillo se encuentra por definir, siendo precisamente uno de los objetivos de esta intervención el desarrollo de estudios arqueológicos e historiográficos del inmueble para determinar su origen y evolución.
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