"Tardes de Soledad" se presenta en la nueva edición del Festival de San Sebastián


Albert Serra, que participa por primera vez en la Sección Oficial, presenta su documental sobre toros, Tardes de soledad, en una película de no ficción en torno a la tauromaquia que aborda los estados mentales y espirituales que el torero experimenta en el ruedo a través de las figuras de Roca Rey y Pablo Aguado






Tardes de Soledad es un retrato de una estrella del toreo en activo, Andrés Roca Rey, que permite reflexionar sobre la experiencia íntima del torero que asume el riesgo de enfrentarse al toro como un deber personal por respeto a la tradición y como un desafío estético. Este desafío crea una forma de belleza efímera a través de la confrontación material y violenta entre la racionalidad humana y la brutalidad del animal salvaje.

Tardes de soledad pretende ser el primer documental en abordar la parte estética del toreo en toda su complejidad y hacerlo con la expresividad y el refinamiento plástico y conceptual del director Albert Serra. Asimismo, pretende tratar este tema desde el punto de vista del torero, es decir, de la persona que asume el riesgo de enfrentarse al toro como un deber personal; en parte, por respeto a una tradición, pero sobre todo como reto estético para crear una forma de belleza efímera que surge del encuentro material y violento entre la calma y la racionalidad del ser humano con la brutalidad del animal silvestre y bárbaro. ¿Qué tipo de ideal puede conducir a un hombre a perseguir este choque arriesgado e innecesario? ¿Qué forma de espiritualidad pone esta lucha por encima de cualquier otra posesión en la vida hasta el punto de arriesgarla una y otra vez?

El documental intenta responder a estas preguntas a través del retrato de tres toreros jóvenes en activo, insignes valedores del compromiso y la integridad personal más insobornables: Pablo Aguado y Andrés Roca Rey, figuras a las que acompaña un aura misteriosa y que ya son objeto de un culto exaltado. 

Se hace a partir dos momentos cruciales en la experiencia de cualquier torero: en la pasión desordenada del momento de la aparición de la vocación y en el ritual codificado, casi sagrado, de las grandes corridas, poniendo especial énfasis en los momentos previos a la lidia, donde se escrutará la complejidad psicológica y moral de los tres hombres a partir del miedo, la angustia y su innata tendencia sacrificial.

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