La complejidad de la obra de Basquiat y de los vinos de Dom Pérignon se plasma en este homenaje creativo, que marca la convergencia entre el ideal estético de Dom Pérignon y el ars creativa de Basquiat. En ambos casos, el acto creativo mediante el cual la visión estética cobra una existencia tangible demuestra siempre su capacidad para resolver la aparente paradoja de los opuestos. Este homenaje encarna el espíritu de innovación, tradición y renovación celebrando el encuentro de dos mundos.
Para este homenaje a Jean-Michel Basquiat, Dom Pérignon ha elegido una obra del artista tan significativa como enigmática, «In Italian» (1983). Aunque el significado de esta obra sigue siendo un misterio, posee una intensidad emocional que no es ajena a la resonancia entre la visión de Basquiat y la de Dom Pérignon.
En la obra de Basquiat, al igual que en la visión de Dom Pérignon, el ensamblaje es un elemento clave de la intensidad de la experiencia estética.
En el caso del cuadro de Basquiat «In Italian», el ensamblaje de materiales y las sucesivas intervenciones pictóricas que se van ocultando unas a otras hasta que lo pintado originalmente se vuelve indescifrable, abren paso a capas de significado potencialmente infinitas, así como a múltiples configuraciones emocionales para el observador. Lo mismo sucede con Dom Pérignon, ya que la tensión entre las diferentes características de los vinos de champagne originales crea una alianza de significados de extraordinaria riqueza, sin extinguir jamás la huella de la materia original. Este arte del ensamblaje se refleja en la edición especial, dotada de tres estuches únicos, cada uno de los cuales reproduce una parte de la obra maestra de Basquiat, a modo de homenaje a ese proceso creativo.
En esta Edición Especial, los lazos entre Dom Pérignon y el universo de Jean-Michel Basquiat se simbolizan con un particular tête-à-tête: la superposición gráfica y conceptual del escudo, emblema de la Maison, y la corona de Basquiat de tres puntas, declaración y firma del artista neoyorquino.
El escudo de Dom Pérignon da testimonio tanto del apego de la Maison al territorio original de Hautvillers, como de su inquebrantable ambición por afirmar su singularidad. A su vez, la corona, icono de la obra de Basquiat, es un símbolo de poder. Basquiat la utiliza para elevar a los sujetos de sus cuadros, pero también para evocar la dinámica de poder representada en su obra.
Esta creación visual de la Edición Especial representa mucho más que la conjunción de dos meros símbolos: encarna el encuentro entre dos historias y dos identidades.
Los estuches se diseñaron siguiendo el principio del ensamblaje tan apreciado tanto por Dom Pérignon como por Basquiat. La serie incluye tres cajas diferentes, cada una de las cuales representa una parte del cuadro de Basquiat, que se puede reconstituir juntando los estuches.
Para sellar este homenaje, la etiqueta de las botellas, también creada en tres variantes de color, lleva el emblema híbrido de la corona de tres puntas superpuesta al escudo.
El tratamiento del escudo-emblema en el estuche y en la botella crea una interacción entre el exterior y el interior que hace aún más especial el descubrimiento de Dom Pérignon Vintage 2015. Por fuera, predomina la estética de Dom Pérignon. La etiqueta permanece intacta, pero se ve realzada por la corona de tres puntas superpuesta a la cresta del escudo-emblema. Por dentro, en la botella, domina la estética del cuadro: en la etiqueta irrumpe la brillante explosión de colores de la obra y su corona pintada, dando rienda suelta a la emoción y anunciando la intensidad de la degustación por venir.
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